La idea de poseer una isla privada ha cautivado a famosos de todo el mundo. Estas compras excéntricas revelan aspectos interesantes de sus personalidades, desde Leonardo DiCaprio, que busca refugios ecológicos, hasta George Clooney, que desea crear un paraíso de lujo. A continuación te compartimos los detalles más fascinantes sobre las islas de 7 celebridades.
El actor, famoso por su estilo de vida excéntrico, se enamoró de la isla Little Halls Pond Cay en las Bahamas mientras filmaba Piratas del Caribe. Adquirida por aproximadamente 3 mil 600 millones de dólares, esta lugar se convirtió en su refugio ideal.
El actor nombró dos de sus seis playas en honor a sus ídolos: Gonzo, en homenaje a Hunter S. Thompson, y Brando, en honor a Marlon Brando.
Además de ser un lugar de descanso, Little Halls Pond Cay ha sido escenario de momentos significativos en la vida de Johnny Depp, como su lujosa boda con la actriz Amber Heard, una historia que terminó en un mal recuerdo para ambos.
La ausencia de paparazzis y turistas hace de este lugar un refugio perfecto para el actor estadounidense ya que puede disfrutar de momentos de soledad y reflexión sobre su vida y carrera. Además, la isla es el escenario de reuniones exclusivas con amigos cercanos, permitiéndole disfrutar de días sin interrupciones externas.
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La cantante colombiana Shakira adquirió Bonds Cay, en el norte de las Bahamas, junto con los músicos Alejandro Sanz y Roger Waters. Este trío de artistas compró la isla por 20 millones de euros en 2011, con la visión de convertirla en un destino de vacaciones ecológico. Su plan incluía la creación de un refugio neutral en carbono, con galerías de arte y hoteles de lujo, diseñado para atraer a visitantes interesados en el turismo sostenible.
No obstante, el proyecto se vió obstaculizado por problemas legales y fiscales, lo que llevó a Shakira a poner la isla en venta. El islote cuenta con cinco playas y numerosas calas privadas, pensadas inicialmente para acoger a artistas y creadores que busquen inspiración en un entorno tranquilo y exclusivo.
El actor Leonardo DiCaprio, adquirió Cayo Blackdore en Belice en 2005. A diferencia de otros famosos, su intención no fue solo tener un refugio exclusivo, sino desarrollar un eco-resort que sirviera como modelo de turismo sostenible. La isla, comprada por 1 mil 75 millones de dólares, se transformó en un ambicioso proyecto que incluía un hotel ecológico, un arrecife artificial y diversas medidas de conservación para proteger la biodiversidad local.
Cayo Blackdore también es el lugar donde Leo DiCaprio disfruta de escapadas privadas, y según algunas fuentes, ha llevado a varias de sus jóvenes parejas a este paraíso tropical.
David, el mago e ilusionista, hizo realidad el sueño de muchos al adquirir Musha Cay en las Bahamas por una suma que ronda los 50 millones de dólares. Copperfield no se conformó con solo una isla; su compra incluye un conjunto de islas que bautizó como “Las Islas de Copperfield Bay”. Musha Cay es la más famosa de ellas.
Copperfield invirtió millones adicionales en convertirla en un destino turístico de lujo. El complejo incluye cinco villas privadas, una sala de cine al aire libre y personal disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Los visitantes que buscan hospedarse en este paraíso pueden hacerlo, pero a un costo de 37 mil dólares por noche y un mínimo de cuatro días. Musha Cay también cuenta con espectáculos personalizados, como fuegos artificiales y cenas privadas en la playa.
El actor George Clooney compró una propiedad en una isla en el río Támesis, en Oxfordshire, junto a su esposa Amal Clooney. Esta propiedad, que data del siglo XVII, fue adquirida en 2014 por unos 12 millones de dólares y fue renovada para incluir lujosas comodidades como una piscina cubierta, un cine, una casa de cristal y una guardería para sus hijos.
Este refugio británico se convirtió en un lugar de descanso para la pareja, quienes buscaban un hogar tranquilo lejos de las cámaras y el bullicio de Hollywood. Además de las modernas comodidades que incluyeron, George respetó en su totalidad el estilo histórico de la propiedad.
La cantante Céline Dion, originaria de Canadá, compró Île Gagnon en Quebec y la convirtió en su propia versión de un castillo europeo. Inspirada en los castillos franceses, Céline construyó una mansión con seis habitaciones, nueve baños, un gimnasio, una sala de juegos, y una bodega de vinos. Este castillo en miniatura, valorado en más de 17 millones de euros, fue un retiro familiar hasta que la cantante tuvo que ponerlo a la venta debido a dificultades personales.
La isla, rodeada por el río Mille Îles, ofrecía a la canadiense un refugio perfecto para desconectarse del mundo y pasar tiempo con su familia. Su interés por la arquitectura clásica y la comodidad se ven reflejados en cada rincón de esta isla. Además de ser un lugar hermoso, Île Gagnon era un espacio donde la cantante podía relajarse y encontrar inspiración para su música.
Aunque Kim Kardashian aún no es propietaria de Isla Tortuga en Haití, su interés por esta propiedad ha sido ampliamente documentado. En 2014, cuando su hija North apenas tenía un año, Kardashian inició los trámites para adquirir la isla como un regalo para ella. Aunque la compra no se concretó, la ambición de la socialité por poseer una isla privada refleja su deseo de lujo y exclusividad.
Para Kim, la idea de tener una isla va más allá de ser solo un refugio; representa una extensión de su imagen de éxito y sofisticación. A pesar de que los trámites para adquirir Isla Tortuga se han ralentizado, la posibilidad de que North crezca con un “reino propio” en el Caribe es casi una realidad.
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