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Cada año, la Gala Día de Muertos organizada por Vogue México se convierte en un referente de tradición, moda y cultura en el país. La edición 2024 no fue la excepción, y esta vez, el icónico Palacio de Minería de la Ciudad de México se vistió de gala para recibir a una impresionante lista de celebridades y figuras del entretenimiento.
Con la intención de rendir homenaje a la cultura mexicana y recordar a los seres queridos que ya partieron, se brindó un espectáculo que fusionó el respeto por nuestras raíces con la elegancia del mundo de la alta moda.
El evento de este año contó con la presencia de Yalitza Aparicio y Zuria Vega como coanfitrionas de la noche, acompañadas por Karla Martínez de Salas, directora editorial de Vogue México y Latinoamérica.
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Los invitados, entre los que se encontraban Marimar Vega, Claudia Álvarez, Camila y Alex Fernádez, Cassandra Sánchez-Navarro y Julieta Venegas, desfilaron con atuendos inspirados en la maestría artesanal mexicana, logrando captar la esencia del Día de Muertos con estilos únicos y elaborados. Belinda, por su parte, acaparó las miradas con un diseño que rendía tributo a las catrinas, lleno de detalles y colores vibrantes.
Entre las figuras más destacadas, también se encontraba Mía Rubín, hija de Andrea Legarreta y Erik Rubín, quien asistió junto a otras jóvenes personalidades. Estos invitados de la nueva generación aportaron un toque moderno y fresco al evento, logrando una combinación perfecta entre la tradición y las tendencias actuales.
Uno de los momentos más esperados fue la pasarela de Cancino, en la que el diseñador Francisco Cancino presentó su colección “Plateros”. La propuesta, inspirada en la Ciudad de México, resaltó por sus cortes audaces y coloridas piezas que destacaron en la Semana de la Moda de México días antes.
Cada prenda fue un homenaje a la artesanía mexicana, con detalles y siluetas que reflejaban la creatividad y el talento nacional. Los maquillajes, diseñados por Luis Torres, complementaron cada look, haciendo que la pasarela brillara en un despliegue de moda que evocaba la esencia del Día de Muertos.
Además del espectáculo visual, la gala ofreció una experiencia sensorial completa. Mientras los asistentes exploraban los distintos salones del Palacio, descubrían estaciones decoradas por reconocidas marcas como Hublot y Calderoni, cada una ofreciendo detalles personalizados que hicieron de la noche una experiencia única.
Mientras la noche avanzaba, la cantante Belinda subió al escenario para ofrecer una serie de interpretaciones que prendieron el ambiente. Canciones como Bella Traición, Muriendo Lento y su nuevo sencillo Jackpot, junto a Kenia Os. La presentación de las cantantes fue uno de los puntos culminantes de la gala, consolidándose como un tributo a la cultura pop y la música mexicana.
Desde los atuendos inspirados en la artesanía mexicana hasta la decoración detallada del Palacio de Minería, cada aspecto de la gala reflejó el amor y el respeto por las raíces mexicanas.
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