(El Universal)
Entablar una plática con Christopher Landau, el exembajador de Estados Unidos en México que dejó su puesto con la salida de Donald Trump y la entrada de Joe Biden a la Casa Blanca, es reaprender a amar nuestro país. Es un hombre alegre, diplomático, sencillo y que promueve la empatía, sentimiento que lleva a flor de piel. "México siempre será parte de mi vida", aseguró.
En su último día como embajador, Christopher Landau regaló parte de su tiempo a Revista Clase, entre la mudanza y la organización de su familia para el regreso a casa. Llegó puntual a la cita virtual, vestido con una guayabera color crudo y bordado dorado, dispuesto a contarnos de su vida en México, el país que lo enamoró con sus tacos al pastor, sus artesanías y la calidez de su gente.
Nuestra primera pregunta tenía que ser cuál fue la fórmula que usó para convertirse en un tuitstar. “Cuando yo llegué a México hace año y medio, como embajador, yo realmente no tenía experiencia en redes pero sí sabía que la diplomacia tiene que cambiar con los tiempos. Yo antes tenía una cuenta de Twitter, privada, con 11 seguidores y casi todos eran mis familiares, pero al llegar aquí me pareció importante demostrar a la gente mi verdadero interés por la cultura de México, así que para mi era muy natural, no cualquiera lo puede hacer si realmente no es genuino. Yo creo que la gente de redes sociales se da cuenta de una manera inmediata si algo es falso”, comentó sonriente.
Para el diplomático, publicar fotos de su familia, de su visitas a los estados (que conoció todos) y de las artesanías que adquiría fueron suficiente para convencer a miles de internautas de seguirlo en Twitter, plataforma que manejó como un profesional. Él dice que no tuvo community manager, solo los dedos de sus manos que respondieron a sus deseos de compartir una vivencia más.
“Me acuerdo que mi primer fin de semana me fui con mi familia a Xochimilco a estar en las trajineras y recibí como 10 mil likes en ese tuit y jamás había recibido más que una o dos”, respondió riendo. “Y me di cuenta ahí mismo que esta era una herramienta muy poderosa”, señaló a Revista Clase.
“Para mi fue un gusto compartir no solamente temas políticos abstractos de la relación, sino también temas muy personales. Yo decidí, cuando llegué a México, que iba a presentar a toda mi familia porque todos estamos aquí. Es muy importante crear esta empatía para que la gente vea que, aunque yo soy el embajador de Estados Unidos, yo tengo los mismos problemas que otra gente”.
(El Universal)
Fue justamente con varios tuits como Christopher Landau presumió la gran cantidad de trabajos artesanales que decorarán su casa de Estados Unidos: una enorme piñata de cinco picos del mercado de jamaica, alebrijes gigantes, una máscara de Tlaxcala, un enorme escudo de la embajada labrada en madera de Michoacán, manteles bordados de Tenango de Doria, varias piezas de trabajo huichol, artículos de orfebrería de Oaxaca, de talavera de Puebla y delicadas piezas elaboradas de azúcar, por mencionar algunas.
-¿Cómo se lleva tantas artesanías mexicanas?: “(carcajadas) Ha sido para mi interesante conocer la artesanía de este país. Ya lo conocía de antes pero, siendo embajador, me abrió muchas puertas para visitar y no solamente las tiendas turísticas, sino para poder visitar los talleres de los artistas", dijo el diplomático, "Ellos han tenido un año muy difícil, ha sido difícil para todos nosotros, pero para los artesanos en particular ha sido un año muy difícil y yo los quiero apoyar".
Afortunadamente no se llevará todo en un avión, ¿se imaginan el pago por exceso de equipaje? “Tenemos la agencia de mudanzas que va a traer un camión y que va a llevarnos de vuelta a Estados Unidos. Mucha gente me preguntaba ‘¿cómo lo vas a llevar en el avión?’ pero gracias a Dios no tenemos que llevar todo en el avión y acá vamos a empacar las artesanías y siempre van a estar en nuestro hogar como un recuerdo de este tiempo tan bonito que pasamos”.
Pese a los álgidos momentos políticos entre Estados Unidos, al mando de Donald Trump, y México, con Andrés Manuel López Obrador, Christopher Landau no perdió de vista su objetivo: mejorar las relaciones entre las dos naciones y buscar siempre llegar a acuerdos.
“Yo no creo que haya en el mundo ninguna otra relación diplomática en todo el mundo que afecte de una manera tan directa la vida cotidiana de los ciudadanos de ambos países. Por eso mucha gente dice que ni siquiera es una relación internacional, es una mezcla de una relación internacional y doméstica”, comentó. “Siempre vamos a ser vecinos es nuestro destino geográfico e histórico y, bueno, vamos a tener días complicados pero ya pasarán”, y agregó: "México - Estados Unidos están en el mismo equipo, somos países amigos, vecinos y socios y como las personas de una misma familia pueden tener sus desacuerdos, es natural, pero creo que lo más importante es siempre acordarnos que, al fin y al cabo, nuestros intereses coinciden".
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Durante la entrevista sonó su teléfono celular pero eso no lo distrajo en absoluto para continuar hablando de este país que le brindó los mejores platillos y las experiencias culinarias más extrañas. Cuando le preguntamos cuál fue la comida que lo enamoró profundamente, sin duda respondió: los tacos al pastor. "Acá me voy a meter en problemas, supongo, porque cada región me va a reclamar si no menciono la suya pero, realmente… todo el mundo sabe que me gustan los tacos al pastor y aprendí a comerlos con la piña, esa idea no me atrajo mucho al principio, pero me encantan ahora con la piña y cuando lo cortan del trompo. Realmente hay pocas cosas mejores qué comer", dijo sin titubeos.
"Obviamente, la tlayuda oaxaqueña que después de ver este documental de Netflix, de la mejor comida callejera de Latinoamérica donde ganó la tlayuda, me emocionó mucho. Las chalupas poblanas, la carne asada de Sonora, el pescado a la veracruzana, los callos de hacha de Mazatlán, los mariscos de Sinaloa, el pozole guerrerense, hay tanta comida. ¡Uy, en Pachuca me asaron un jabalí, las costillitas del jabalí es algo fuera de serie!", dijo.
“Y me acostumbré a algunos platillos completamente desconocidos como los escamoles, no era algo que conocía, hay algunas cosas que para nosotros es un poco más exótico pero, bueno, ese es el gran placer de ser diplomático. Esta carrera te conviene si tienes curiosidad, si tienes interés en conocer las tradiciones de otro país. Así crecí yo, yo crecí en una familia diplomática, así que ese es mi modo de ser”.
Además, añadió sin pena, que deja México con sobrepeso. “Ya nos conviene volver porque hemos aumentado bastante de peso, ni siquiera me atrevo a pesarme estos días pero ya veo que me quedan bien justitos los pantalones y a lo mejor me voy de régimen ahora en Estados Unidos”.
Cada respuesta del exembajador lleva una carcajada, una sonrisa o una confesión que lo deja pensativo. ¿Cuáles son las dos grandes lecciones que se lleva de México? Una tiene que ver con el valor de la familia y la otra con la manera en que los mexicanos hacen amigos.
(El Universal)
“Algo muy bonito de México es el interés de la familia, yo siempre he sentido muy cercano de los mexicanos es que tienen la misma conciencia de la importancia de la familia y mi experiencia aquí subrayó lo importante, lo fundamental que es la familia. Nuestra familia está más unida que nunca después de haber estado en México", aseguró.
“Como tú lo dijiste, son amigos de verdad. Aquí la gente nos ha abierto sus casas, realmente hemos hecho muy buenos amigos y eso no tiene precio. Vamos a valorar las amistades que hicimos aquí, van a durar toda la vida".
Hasta el momento, Christopher Landau no tiene claro qué sigue en su carrera diplomática pero confirmó que seguirá muy cerca de esta tierra que, en año y medio, le dejó aprendizajes invaluables.
Antes de despedirnos le pedimos un consejo y esto respondió: “Siempre tratar de ver a los demás con más empatía. Creo que hay mucha gente, como lo dijiste tú, como amargada en redes. Hemos tenido nuestros altibajos históricamente y espero que la gente realmente se concentre más en siempre buscar las oportunidades", comentó. "Como lo dijo Benito Juárez: el respeto al derecho ajeno es la paz, tanto entre las naciones como entre las personas. México siempre será parte de mi vida y no es un adiós, sino un hasta luego. Vamos a ver lo que pasa ahora, nos quedan muchas aventuras por delante. Muchas gracias".