“Uno de los beneficios de tener 65 años es que soy elegible para la vacuna COVID-19”, así comenzó el mensaje de Bill Gates que publicó en su cuenta oficial de Twitter en la mañana del pasado 22 de enero, para dar a conocer ya lo vacunaron contra el coronavirus. No obstante, el tercer hombre más rico del mundo según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg, quiso dejar evidencia gráfica y subió una foto en la que se le ve sentado en una silla usando una playera polo morada y un cubrebocas color negro mientras sonríe a la cámara y un doctor le levanta la manga para colocarle la vacuna.
“Recibí mi primera dosis esta semana y me siento genial. Gracias a todos los científicos, participantes de ensayos, reguladores y trabajadores de la salud de primera línea que nos llevaron a este punto”, remató su comunicado que rápidamente encontró repercusión en todo el mundo, ya que ha sido unos de los principales multimillonarios del planeta en apoyar la investigación de esta vacuna. Además de que hace unas semanas prometió que iba a hace pública su vacunación cuando le tocara, para incentivar a la gente a hacerlo.
No obstante, la distribución de la vacunas en el mundo se ha visto detenida debido a que las farmacéuticas disminuyeron la entrega de dosis en algunos países para apoyar la iniciativa COVAX, la cual es impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Alianza Gavi para las Vacunas y la Coalición para la Promoción de Innovaciones en pro de la Preparación ante Epidemias y en la que su principal objetivo es acelerar el desarrollo de pruebas, tratamientos y la fabricación de vacunas contra el Covid-19, además de una colaboración para un acceso equitativo mundial de las vacunas contra el coronavirus. Leer también: Bill Gates ahora es el dueño más importante de tierras agrícolas en Estados Unidos
Además de controlar la pandemia, se espera que la vacuna reduzca el número de muertes y que la economía mundial pierda 375 mil millones de dólares cada mes, según datos de la OMS. Leer también: Bill Gates asegura que los próximos seis meses serán los peores del Covid-19