Cuando los equipos de softbol de Anissa Urtez --México-- y Amanda Chidester --Estados Unidos--, se enfrentaron en la tercera ronda de eliminatorias en los Juegos Olímpicos Tokio 2020, el 23 de julio pasado, se convirtieron en una de las poquísimas, o acaso la primera, pareja casada o comprometida que compiten una contra otra en un deporte no ecuestre en unos juegos olímpicos.
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Ese mismo día, antes del partido México vs. EU en el que se enfrentarían, en su cuenta de Instagram, Amanda Chidester, de 31 años y nativa de Michigan, en los Estados Unidos, posteó una foto de ambas en el campo, con sus respectivos uniformes nacionales, y, después de expresar que estaban muy emocionadas por el enfrentamiento que se acercaba, escribió: "Sabemos que nuestra vida juntas tiene su propia identidad, y ganemos o perdamos, nada va a cambiar eso. Entramos al campo como rivales, salimos como prometidas. Me siento orgullosa de lo que Anissa ha logrado en su carrera y me emociona competir contra ella en este escenario tan importante. Aunque cada una apoya a su equipo, al final del día, el apoyo que nos damos una a la otra es incondicional".
Anissa Urtez, de 26 años, y nativa de Long Beach, California, es mexicoamericana, como la mayoría de las integrantes de su equipo. Ella empezó a jugar para México cuando su tío, uno de los coaches del equipo, la animó a tratar de entrar durante el verano previo a su segundo año de universidad y logró quedarse.
Anissa y Amanda se conocieron cuando ambas jugaban profesionalmente para el mismo equipo en Texas. En noviembre pasado, Amanda le pidió a Anissa que organizara un viaje con amigas a Horseshoe Bend, en el Gran Cañón, en Arizona. Lo que Anissa no sabía era que parte del itinerario guardaba una gran sorpresa. La pareja estaba tomando fotos en un área solitaria, cuando al voltear, Anissa vio a Amanda de rodillas. "No tenía idea de que estaba organizando mi propuesta matrimonial", dijo Urtez al diario "Los Angeles Times", "como que no captaba lo que estaba pasando, fue muy loco, pero fue un momento muy feliz".
Chidester reveló que eligió ese momento para hacer su propuesta porque estaban justo mudándose a Salt Lake City, donde planean vivir por lo menos por un tiempo. El compromiso les dio la excusa para salir del clóset ante algunos de los miembros de sus respectivas familias que desconocían su orientación sexual. En el caso de Anissa, se trataba de la familia de su padre, quienes son mexicanos y, en palabras de la propia jugadora, "son estrictos y expresan muy fuertemente sus opiniones"; por parte de Amanda, fueron sus hermanos. Las dos dijeron que se sintieron muy aliviadas del apoyo que obtuvieron.
"Estaba nerviosa acerca de cómo se comportarían conmigo" dijo Urtez a "OutSports". "Definitivamente fue un alivio y creo que acercó a mi familia el poder ser abiertos acerca de mi vida personal. Yo siento más confianza en mí misma, simplemente por el hecho de poder decir que soy una mujer comprometida, que estoy feliz y eso es lo que importa", añadió.
La boda podría llevarse a cabo el próximo verano u otoño, probablemente en Hawaii. Precisamente en estos días, la pareja está en las islas de vacaciones y buscando locaciones para la ceremonia.
(Foto: Instagram)
Antes de eso, vivieron juntas la experiencia única de estar juntas en las Olimpiadas. A Anissa se le permitió permanecer en el Estadio Yokohama para ver ganar a su prometida la primera medalla de oro del equipo estadounidense desde el año 2004. Eso aumentó el interés en este deporte en estos juegos olímpicos.
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"Ellas lo tienen en la bolsa" dijo Urtez antes del partido. "Yo confío en ella, ella confía en ella, así que creo que lo lograrán" ¡y lo lograron!
Ambas jugadoras --polémicas aparte--, hicieron un gran papel en estas Olimpiadas y, aún cuando sus triunfos no pueden atribuirse a eso, la confianza que ganaron al haber hablado abiertamente de su relación, sí parece haber tenido un rol en el aplomo que ambas demostraron en sus respectivos partidos.
"El estar con ella (Anissa), me ha hecho más valiente", dijo Amanda a "OutSports", "soy alguien con mucha más confianza en mí misma porque estamos juntas. Eso me ha ayudado mucho a decidir los siguientes pasos en mi vida".
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