La serie de HBO Game of Thrones ha lanzado a la fama a muchos de sus protagonistas pero a veces el éxito tiene sus altibajos. Sophie Turner, quien interpreta a Sansa Stark, declaró que a los 17 años su salud mental comenzó a tambalearse al grado de pensar en el suicidio.
En una entrevista radiofónica con Dr. Phil, la actriz de 23 años confesó que luchó contra la depresión por varios años, pues los seguidores de la serie la criticaban por su físico y la forma en que interpretaba su personaje en la serie, además, se sintió abrumada por el rápido ascenso a la fama, pues de pronto todos estaban al pendiente de sus movimientos, informa TMZ.
“La gente decía: 'Sansa subió de peso' o 'Sansa necesita bajar esos kilos de más'. Eran muchos comentarios sobre mi aspecto, mi peso, mi piel manchada o que no era una buena actriz. Y yo me lo creía”, dijo durante el programa de radio.
A raíz de ello, la prometida de Joe Jonas comenzó a aislarse, pues el simple hecho de salir de su casa la estremecía, le daban ganas de llorar y pensaba: “No puedo hacer esto, no puedo salir, no tengo nada que quiera hacer”.
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Su estado de ánimo comenzó a empeorar cada vez más y fue cuando por su mente pasó la idea de quitarse la vida como una salida fácil a los problemas que la rodeaban, pero era una idea contradictoria porque su intención nunca fue lastimarse a sí misma, según lo que señaló.
“Es extraño, solía decir que no estaba deprimida cuando era más joven, pero pensaba mucho en el suicidio. Tal vez es una extraña fascinación que tenía, pero pensaba a menudo en hacerlo. No lo sé”.
Pese a que Sophie Turner ha ido a terapia, sus problemas de inseguridad persisten aunque en menor grado, la actriz asegura que ahora se siente mucho mejor y toma medicamentos.
“He vivido con depresión por cinco o seis años. El mayor reto para mí es levantarme de la cama y salir a la calle. Aprender a amarte a ti mismo es algo muy difícil”.
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Sophie no es la única estrella de Game of Thrones que ha pasado por malos momentos. Hace poco Emilia Clarke reveló que sufrió de dos aneurismas durante el rodaje de la serie en la que interpreta a Daenerys Targaryen debido al estrés y ansiedad que le causaba ser tan popular.