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“Me cuesta un poquito hablar de esto que los voy a compartir porque fue algo que marcó mucho en mi adolescencia, me ha marcado en mi vida”, comenzó explicando Sofía Castro Rivera frente a la cámara para dar la introducción de que iba a hablar del bullying y el ciberbullying. La joven que cumplirá 24 años el próximo 30 de octubre, se sinceró y contó que cuando estaba en sexto de primaria — entre los 12 y los 13 años— , era una niña “gordita” pues tenía sobrepeso y recordó que un día de colegio dio el famoso “botonazo” de la camisa blanca del uniforme, y eso la hizo sentir muy mal, “No saben la pena y lo mal que me hicieron sentir”, remarcó.
Sin embargo, lo que más llamó la atención fue cuando Sofía llegó a la etapa de la adolescencia cuando su mamá Angélica Rivera se convirtió en la primera dama del país por ser la esposa de Enrique Peña Nieto, quien asumió la presidencia de México en 2012 y hasta 2018. Ese momento, en la vida de su mamá que Sofía define como una “etapa diferente con una responsabilidad diferente”, fue sin duda el periodo más complejo para ella, pues asegura que recibió infinidad de ataques por su físico, por su persona y por ser hija de quien era, “me dijeron cosas muy feas, me insultaban, eso me empezó a generar muchísima inseguridad”.
A la par que ella llegó a la Residencia Oficial de Los Pinos junto a sus hermanas Fernanda y Regina Castro, así como sus medios hermanos de aquel entonces, Paulina, Alejandro y Nicole Peña Pretelini, Sofía decidió que quería seguir los pasos de su mamá, de su papá José Alberto “El Güero” Castro y de su tía Verónica Castro en la actuación, lo que le resultó muy difícil pues todo el tiempo estaba en el centro del escrutinio público.
Sofía Castro no tuvo empacho en contar que a ella sí la afectaron los comentarios que recibía por redes sociales, hasta tuvo ataques de pánico de todo lo que le decían y explica que hubo muchos momentos en los que no quiso salir de su casa, pues comenzó a creerse todo lo que decían de ella, “A mí en la edad que me tocó, en el momento de vida y por la situación me tocaron agresiones muy feas que me lastimaron y me dolieron muchísimo”.
Con estas declaraciones, Sofía Castro se convierte en una de las primeras exhabitantes de Los Pinos en declarar públicamente el dañó que le causó haber formado parte de la familia presidencial durante los seis años que gobernó Peña Nieto. Asimismo, narró que hubo muchas “amigas” que se le acercaron por conveniencia y que querían estar con ella por el lugar que habitaba, “es muy fácil que la gente se te acerque y duele, porque no sabes si vales por donde estás y por de quién eres hija o por la situación de vida que se te presentó o porque realmente les caes bien”, apuntó Castro Rivera que está a punto de cumplir una década de carrera artística.
No fue todo, en cuanto al tema del amor, Sofía también contó que tuvo una relación de noviazgo tóxica porque ella tenía problemas de autoestima y no creía que era capaz de merecer algo bonito y sano.