La princesa Diana de Gales, además de haberse ganado el corazón del pueblo inglés con su carisma y ganas de modernizar la monarquía, fue una mamá muy cercana y cariñosa con sus hijos. Era común verla con qué cariño abrazaba a los príncipes Harry y William. Ahora se sabe que, además, era una mamá cómplice de los antojos de sus pequeños hijos.
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El príncipe Harry era el típico niño que buscaba comer postre todos los días pero su mamá se lo permitía pocas veces y, de acuerdo con el diario inglés The Times, el postre favorito del príncipe Harry era la tarta o pie de melaza. Según quien fuera su chef personal, la princesa Diana solía hacer budines para los dos príncipes, los cuales, mantenía en el congelador para que hubiera en todo momento.
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"Mientras que el príncipe de Gales (Carlos) odia el chocolate, el café, las nueces y el ajo, el príncipe William adora el pastel de galletas de chocolate: la reina (Isabel) ama el faisán asado y el príncipe Harry es un fanático de la tarta de melaza", se lee en el diario.
El chef de nombre Robb comenzó a trabajar para el príncipe Carlos y la princesa Diana en el palacio de Kensington en 1989 y ahí laboró hasta el año 2000. A partir de los cuatro años de edad de Harry y William de siete, Robb dio todos los secretos sobre los dulces antojos de los príncipes.