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Cada integrante de la familia Kardashian sabe que el tiempo es dinero y que entre menos se pierda, es mejor. Kim Kardashian y Kanye West se convirtieron en padres por cuarta ocasión -a través de la subrogación de un vientre- con la llegada de Psalm, quien nació el 10 de mayo en el exclusivo Cedars-Sinai Medical Center.
Psalm West apenas tiene 14 días de nacido y ya ha sido incluido en el imperio Kardashian para iniciar, en cuanto sea posible, su propio negocio. De acuerdo con TMZ, Kim Kardashian solicitó la protección del nombre de su bebé para ser utilizado en marcas comerciales a su favor que ampara estos productos: accesorios para el pelo como pasadores, bandas, arcos, clips, cintas y cualquier adorno para peinados, además de extensiones y otro tipo de ornamentos.
También, el nombre Psalm también puede ser utilizado para servicios de entretenimiento, apariciones personales, cuidado de la piel, suplementos con probióticos, muñecos de juguete y muñecas con accesorios; software para computación, ropa, biberones, muebles, cochecitos de juguete, bebidas, mantas, cremas hidratantes para la piel, lociones, cremas, baños de burbujas, perfumes, polvos corporales, gel de baño. aceites corporales, sueros para la piel, esmalte de uñas, removedor de esmalte de uñas, preparaciones para el cuidado de las uñas, cita TMZ.
Pero eso no es todo. Kim Kardashian y Kanye West registraron el nombre de su recién nacido, Psalm para marionetas, rompecabezas, bisutería, cámaras de juguete, juguetes para el baño, gimnasios para bebés, pelotas para el recreo, juguetes electrónicos, cambiadores para bebés, andaderas, almohadas, espejos, cojines y marcos para cuadros. Además: portabebés, bolsas de cosméticos, estuches de aseo, bolsas de viaje, sombrillas, relojes, llaveros, calendarios, libros, álbumes de fotos, artículos de papelería, calcomanías, utensilios para escritura y tarjetas para coleccionar.
Sin embargo, eso no quiere decir que el pequeño Psalm pronto será imagen de esos productos, sino que papá y mamá quisieron proteger su nombre para que a nadie se le ocurra utulizarlo en caso de que en un futuro, su hijo tenga la oportunidad de abrir su primera empresa.