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La reina Isabel ll, los duques de Cambridge, los duques de Sussex y el resto de la familia real británica viven uno de los momentos más incomodos, pues por falta de dinero y de elementos su seguridad podría estar en riesgo, tanto en sus residencias, como en los actos oficiales.
De acuerdo al Daily Mail, la Unidad de Scotland que está acargo de proteger a los Windsor reveló que cuenta con pocos elementos, necesarios para cuidar a los miembros de la familia real, incluso, dijo que hay 91 plazas disponibles que no se han logrado cubrir.
Además, el diario británico informa que esta escasez podría ser gracias a la duquesa de Sussex, Meghan Markle y a su bebé Archie, quien al parecer gasta mucho y eso ha causado un problema para los miembros de la realeza.
A esto se le suma la renuncia de Ken Wharfe, la jefa de seguridad de la esposa del príncipe Harry, quien duró en ese cargo solo seis meses, pues Scotland Yard explicó que la decisión fue por motivos personales y no por falta de entendimiento con la duquesa de Sussex, pero Ken le dijo a un medio que había sido porque Meghan Markle siempre quiere tener cercanía con el público.
Por otro lado, Simon Morgan, guardaespaldas durante seis años de varios miembros de la familia real, reveló a Daily Express el año pasado el duro entrenamiento que tiene un lapso de 26 a 30 semanas por el que tienen que pasar cada uno de los guardaespaldas.
Esto incluye: clases de conducir, básico, rápido, avanzado, anti-secuestros y de coches blindados, además de el manejo de armas de fuego, control de situación e ideación de planes de emergencia. “Tienes que estar continuamente vigilando a las personas en las multitudes. Miras sus manos, estableces contacto visual con ellos, y miras su ropa, algo especialmente relevante".
Sin olvidar el incidente que pasó en julio pasado cuando un joven de 22 años logró ingresar al palacio de Buckingham y llegar al lugar en donde la reina Isabel dormía, gracias a los guardaespaldas fue detenido antes de que entrará a la habitación de la abuela del príncipe William y Harry. Leer también: El príncipe Carlos envuelto en un escándalo de fraude con piezas de arte