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Cuatro meses han pasado desde que Miguel Bosé diera a conocer a través de su cuenta de Instagram el fallecimiento de su mamá Lucía Bosé. “Ya está en el mejor de los sitios” fue lo que escribió Miguel el pasado 23 de marzo de 2020, lo cual acompañó con una fotografía de Lucía recargada sobre una puerta de madera pintada de color azul rey, mismo tono del pelo de la mujer de 89 años.
Sin embargo, la familia Bosé no pudo realizar ningún acto debido a que la expansión del coronavirus estaba en su máximo nivel en Europa, sobre todo en España. Por lo que Miguel tuvo que esperar cuatro meses para realizar un homenaje a su madre, el cual se realizó el 24 de julio pasado en su casa de Somosaguas en Madrid y al que invitó a los amigos y familiares más cercanos, quienes recibieron la llamada directa del intérprete de “Morena mía”. Leer más: Quién fue Lucía Bosé
Olfo Bosé, hijo de Lucía Dominguín, hermana de Miguel, fue el único que no pudo asistir por petición directa de su tío. Según contó Olfo al periódico ABC, ya son siete años en los que él decidió no seguir practicando la religión católica y convertirse al hinduismo balinés el cual conoció en uno de sus viajes a Asia, circunstancia que al parecer no aprueba su tío Miguel, ya que fue uno de los argumentos que el cantante le dio a su hermana al explicarle la situación, lo que provocó el enojo de Lucía.
De hecho, ni Lucía, ni Paola, hermanas de Miguel Bosé, acudieron al homenaje en Madrid por una supuesta falla del coche en el que se trasladarían desde Valencia hasta la capital española. Tampoco asistieron por temas laborales los otros sobrinos de Miguel, Nicolás Coronado y Alma Villalta, por lo que el cantante sólo estuvo acompañado de sus hijos Tadeo y Diego. Leer más: Miguel Bosé pasará la Navidad en México con dos de sus hijos
Lo que sí hizo el resto de la familia que no fue al homenaje, fue ir a la casa azul de Lucía Bosé en Segovia donde todavía están todos los objetos personales de la mujer que fue un ícono del cine en España, mismos que se repartirán entre los tres hijos en los próximos días. La casa le fue heredada por su abuela en vida a Alma Villalta de 24 años, hija de Lucía y el músico español Manuel Villalta.