Marina de Tavira fue, sin duda, una de las mejor vestidas durante la ceremonia de los Oscar por su vestido rojo que parecía salido de un cuento de hadas, pero en el after party de Vanity Fair, lució aún más espectacular con un vestido plateado que resaltaba su figura.
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El segundo atuendo de la actriz mexicana fue diseñado por Paul Andrew de Salvatores Ferragamo, el cual destacó por su corte recto y el escote palabra de honor; además, la forma en que se ajustó a su cintura le quedó más que perfecto, pues acentuó las curvas de su cuerpo.
Un dato importante de su vestido es que fue hecho a la medida con cristales y aplicaciones metálicas bordadas a mano.
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El cabello lo dejó tal y como lo llevó al llegar a la Alfombra Roja, suelto y con ondas, una de los looks que mejor le quedan. Su maquillaje, aunque discreto, la hizo lucir muy elegante al resaltar su mirada, uno de sus grandes encantos. En cuanto a la joyería, fue algo sencillo, unos aretes, un brazalete y anillo que hicieron juego con su vestido.
Con esto, Marina de Tavira nos dejó una gran lección de la moda y estilo: menos es más.
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