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Marie Thérèse Arango, a pesar de no ser mexicana de nacimiento, es una enamorada absoluta de la artesanía de nuestro país. Por esta razón, lleva muchos años dedicada a su conservación y difusión a través de la Asociación de Amigos del Museo de Arte Popular (AAMAP), de la que es fundadora y presidenta vitalicia.
Este grupo es responsable de la creación, hace 14 años ya, del Museo de Arte Popular, en el centro de la Ciudad de México, dedicado, precisamente, a preservar y difundir la belleza de la artesanía mexicana. Su labor en este sentido ha sido reconocida incluso por la ONU, quien en 2009 le otorgó, a través del Comité de Women Together y el Consejo Económico y Social (ECOSOC), de las Naciones Unidas, un reconocimiento por su trabajo para promover el cooperativismo entre los artesanos.
Durante la pandemia, además de estar pendiente de su familia -su esposo Manuel Arango y sus hijas y nietas-, no ha dejado de trabajar y ha tenido que poner a prueba su creatividad, y la de todos los miembros del patronato, en la creación de iniciativas, sobre todo a través de redes sociales, para tratar de ayudar de alguna forma a los artesanos, quienes, como muchas otras personas en el país, están padeciendo debido a la pausa en la economía que impuso el encierro debido al coronavirus. Leer también: Marie Thérèse Arango: “el artesano necesita comer”
En VIP la entrevistamos para conocer un poco más de estas iniciativas que, sobre todo, persiguen el propósito de no abandonar a los artesanos a su suerte en estos meses en los que, prácticamente, la vida se detuvo.
¿Cómo surge tu interés en la artesanía mexicana?
Me gustaba el tema desde que vivía en Egipto, donde nací. Allá había artesanía fenomenal, nada comparable con la mexicana, pero igual extraordinaria, y tenía mis colecciones de cosas, pero como las puede tener una niña de 13 o 14 años, porque yo salí de Egipto a los 15 años. Al llegar aquí, me fascinó la artesanía mexicana y la he estado coleccionando desde entonces, desde los 17 años. La verdad es que a medida que conoces más, te va gustando más y te apasionas más. Leer también: Isaac Hernández es nombrado embajador por Amigos del MAP
¿De dónde nace la idea de crear un museo dedicado a la artesanía mexicana?
Hace muchos años, Manolo, mi marido, conoció a Tonatiuh Gutiérrez, que fue el fundador, durante la presidencia de Luis Echeverría, de Fonart. Nos presentó y como compartíamos intereses, él me fue involucrando cada vez más en el tema de la artesanía. Tonatiuh me presentó a María Teresa Pomar, un absoluto genio de mujer a quien no solamente le gustaba el arte popular, sino que sabía más que cualquier otra persona del tema.
(Clase)
Ella tenía un grupo que se llamaba Populart y viajábamos juntas a distintos eventos, concursos nacionales, y es ahí donde empiezo a conocer personalmente a los artesanos y a comprar más piezas.
Este grupo, en el que estaban involucrados, además de Tonatiuh y María Teresa, otras personalidades, hablaban de montar un museo. Pero, platicaban y platicaban, y nunca pasaba nada. Hasta que un día me habló Rafael Tovar y de Teresa, para decirme que me iba a venir a visitar José Iturriaga, quien era director del Museo de Culturas Populares, y en general, era el encargado de todo lo que tuviera que ver con culturas populares en México. Vino por fin y quedamos encantados el uno con el otro; él me pide que forme un patronato para tratar de convertir el museo en realidad. Eso fue en 1999 y ahí empezó la aventura.
¿Y por qué sentiste la necesidad de fundar la AAMAP, fue a la par del museo?
Déjame decirte que fue al revés, lo que yo fundo en 1999 es la AAMAP, y de ahí nace el museo. AAMAP empezó como un patronato extraordinario de 70 personas de todos los sectores, estilos...entre ellos Germán Dehesa, Carlos Fuentes, Francisco Toledo, mucha gente que ayudó a crear el concepto del museo. De ahí salimos a hacer recaudación de fondos. Con lo que recaudamos y con fondos del gobierno se creó el museo. Teníamos reuniones mensuales tripartitas con el gobierno del Estado de México y con Conaculta, que formaba parte de la Secretaría de Educación, y así se fue concretando la realización del museo. Se abrió en 2006, cuando la secretaria de Cultura era Sari Bermúdez, quien colaboró mucho con nosotros.
(Marie Thérèse Hermand de Arango y Maricarmen Alanís / Clase)
¿Quién forma parte hoy del patronato? ¿cuáles son sus objetivos?
Uuy, eso sería tema de otra entrevista (se ríe), pero sí te puedo decir que algunos nos han abandonado por azares de la vida, mientras que otros han llegado. Pero, lo que me hace mucha ilusión en este momento, es que estamos integrando un patronato de jóvenes. Empezamos a trabajar en eso hace unos meses, justo antes de la pandemia, y ya tenemos tres o cuatro patronos sensacionales que ayudan a más no poder. ¡Realmente el patronato original ya estamos viejos, usados y cansados! En general, hay quienes ayudan económicamente de forma importante, hay quienes
ayudan con su trabajo, otros con sus ideas y quienes ayudan con su arte, pero creo sinceramente que somos el mejor patronato de México. Leer también: Marie Thérèse Arango invita a realizar el reto #MexicoEnTuCasa
Hemos visto que han estado bastante activos durante la contingencia ¿qué han estado haciendo?
Bueno, como está cerrado el museo y las tres tiendas, no queremos que nos olviden, además de tratar de ayudar a los artesanos en lo que se pueda. El primer proyecto fue de la tienda del MAP, con mi hija Manuela, la directora de las tres tiendas, Claudia Muñoz, y con el presidente del patronato de las tiendas, Roberto Palacios. Ellos sugirieron que les pidiéramos a los amigos que publicaran en Instagram, o en otras redes, las piezas de arte popular con las que viven en sus casas con el hashtag #MéxicoEnTuCasa.
(Clase)
Para mí no fue nada difícil, porque tengo un miniMAP en la casa de Acapulco que es donde estábamos, pero, muchísimos amigos -no solo los directamente relacionados con el museo o el patronato-, participaron y estuvieron publicando. El objetivo pues, es recordarle a todo el mundo que existen tanto el museo como las tiendas. Y hablando de las tiendas, se abrió su página web (https://www.tiendamap.com.mx/) que es sumamente importante ahora, porque necesitamos ayudar a los artesanos. Si la tienda no vende, no puede comprarles y quedan con recursos muy limitados. Así que los exhorto a todos a que si tienen que hacer un regalo, piensen en la tienda del MAP.
Otro proyecto que estamos haciendo es en conjunto con Mercedes Vigil y Mercedes Noriega, de Mesa Viva, que se dedican a organizar eventos gastronómico-culturales. Las conocí a través de mis hijas y trabajan maravillosamente bien. Ellas forman parte del nuevo patronato de jóvenes; nos buscaron y nos dijeron: “Queremos ayudar ¿qué hacemos?”. Al final, después de un zoom, nos decidimos por hacer charlas gastronómicas, y buscamos a José Iturriaga -quien ha escrito 80 libros, 15 de ellos de cocina-, con la idea de que dirigiera las charlas del primer ciclo de manera
informal, y resultaron muy divertidas, muy anecdóticas.
Hablan las chicas de Mesa Viva, habla Pepe, hay preguntas, y mandamos un regalo a quien se inscribe. La inscripción por cuatro charlas es de 2 mil pesos, deducibles de impuestos. En la primera teníamos un cupo de 100 personas y tuvimos que rechazar a veinte, más o menos, porque ya no había lugar. A partir de entonces, ampliamos el Zoom y mandamos grabación de la charla que se
perdieron a quienes se suscribieron a partir de la segunda, la verdad ha sido un éxito rotundo. Al tiempo que estábamos en la charla, estaba recibiendo felicitaciones por WhatsApp de la gente que estaba participando ¡eso sí da gusto!
Ha sido tal el éxito, que decidimos que vamos a seguir con estas charlas de aquí a fin de año. El 9 de agosto empezaremos con el tercer ciclo, las pláticas son los jueves, de 7 a 8 de
la tarde noche, para no cansarlos; el que pague su inscripción y por algún motivo no pueda estar en alguna charla, nos escribe y le mandamos la grabación de la plática que se perdió. En las próximas charlas contaremos con la participación de chefs y otras personalidades de la gastronomía (para más información: https://www.amigosmap.org.mx/eventos) Ya que no podemos hacer eventos presenciales, estamos buscando otras formas de recaudar dinero, sobre todo para los artesanos.
Este año, si es que lo podemos hacer, estamos pensando en destinar parte de lo que obtengamos con la venta Vintage, que es un exitazo, a la compra de un horno en Puebla que cuesta 100 mil pesos, ya que el que tenía el maestro artesano se dañó con el temblor de 2017 y desde entonces no ha recibido ningún tipo de ayuda del gobierno. Ése es el tipo de proyectos que queremos hacer, ayudar a los artesanos. El museo ya existe, las tiendas ahí están y funcionan. Entonces ahora queremos ayudar a nuestros artesanos que admiramos, queremos y promovemos muchísimo.
Algo muy importante para nosotros y que quiero compartir es que ya tenemos página web de la AAMAP, la dirección es www.amigosmap.org.mx ¡para que la visiten!
Y, hablando de otros temas, ¿para ti cómo ha sido esta cuarentena?
Pues mira, me agarró en Acapulco y allá me quedé, absolutamente feliz, casi dos meses. Estuve pasando ratos muy agradables con mi marido -mucho más agradables de lo normal (ríe)-; en realidad bien, muy bien, no tuvimos problemas, nunca tuve ansiedad, no me pesó. Mi marido sí está preocupado por el país, por la economía, y de que el virus ha venido a complicarlo todo, pero yo le pedí que no hablemos de esas cosas y que mejor pensemos en qué podemos ayudar. En cierta forma, el bicho -como le dicen mis nietas-, ha traído también cosas positivas; está ayudando a la naturaleza y a la ecología, a acercarnos más a nuestras familias, en fin…
Una gran parte de la cuarentena la he pasado en La Paz, donde mi marido está con un nuevo proyecto inmobiliario, y con toda la familia. Es decir, cada quien en su lugar, pero todos juntos, y esos acercamientos es muy difícil que se den en la vida cotidiana. Yo me imagino que todos estamos igual, acercándonos a la familia, dándoles más de nuestro tiempo, dándole importancia a los problemas reales del mundo, y dejando de pensar en qué me voy a poner hoy y qué cosas me voy a comprar. Me van a matar los señores que venden cosas de lujo, pero en estos momentos lo último que se me ocurre, o de lo que menos tengo ganas, es, por ejemplo, comprarme otro vestido caro ¡ya tengo muchos!
¿Qué extrañas más de tu vida normal?
Primero, ir a ver a mi hermano a París, que es una persona mayor, lo extraño enormemente. También a mi trabajo en la oficina, con mis colaboradoras, a las que quiero mucho, quiero al museo, quiero a sus piezas, quiero la vida del museo…y tercero, probablemente a los amigos, que aunque estás en contacto con ellos, la convivencia no es la misma.
(Clase)
¿Qué planes hay para el futuro inmediato del museo?
Tenemos ya tres meses trabajando con los extraordinarios alfombristas mexicanos y pensamos ya en un diseño, aprobado por ellos y por el patronato, con el que quisiéramos reabrir el museo. Hemos estado hablando con las autoridades culturales de Tijuana, también, porque están muy interesados en exponerlo allá. La idea es que los mexicanos que viven en Estados Unidos y en la frontera se den cuenta de la maravilla que son nuestros artesanos. Estamos cruzando los dedos para que esto pueda llevarse a cabo.
También hemos estado hablando con una sociedad civil que se llama Finitas, que quiere revivir el centro de Puebla, las conversaciones han incluido al gobernador del estado, Miguel Barbosa, y a Diego Prieto, director del INAH. Nos han pedido poner un miniMAP en Puebla y una mini tienda del MAP. La idea es que todo empezara con un desfile de alebrijes en el centro. Estas pláticas ya están muy avanzadas y esperamos que pueda hacerse, por lo pronto ellos están muy interesados. La idea de recuperar el centro de la ciudad ha podido lograrse en Miami o Buenos Aires, así que ¿por qué no en Puebla? El MAP estaría más que orgulloso de participar.
Y ¿qué es lo primero que quieres hacer ya que podamos salir?
¡Ir al MAP! (ríe)