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Desde muy jóvenes, Mary-Kate y Ashley Olsen se han encargado no solo de crear un imperio de moda, sino que además se han convertido en dos de las figuras de Hollywood más referenciadas cuando se trata de estilo.
Cuando las gemelas Olsen cumplieron 18 años, se convirtieron en el polo opuesto a todo lo que sus versiones adolescentes representaban, como la alegría y la accesibilidad. Las hermanas de Elizabeth Olsen se retiraron del ojo público y silenciosamente comenzaron una nueva marca, "The Row".
Fue como su ascenso a la fama de la moda comenzó a vislumbrarse en el horizonte para las diseñadoras de moda, que a donde quiera que vayan dejan a todos sorprendidos con sus looks.
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Cuando las gemelas Olsen hicieron sus primeras apariciones en la alfombra roja en los noventas, se vestían iguales. Mientras fueron creciendo, sus outfits cambiaban en color pero eran las mismas prendas.
Mary-Kate y Ashley se convirtieron en las productoras más jóvenes de Hollywood a los 6 años cuando fundaron su compañía Dualstar Entertainment. Con su productora, crearon sus películas para adolescentes "Passport to Paris", "Winning London", "When in Rome", por nombrar algunas. En estas películas empezaban a definir su estilo. Seguían un poco con la misma fórmula de vestirse igual pero cada una con su toque personal, ya sea en accesorios o colores.
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Las hermanas de Elizabeth Olsen cuando recibieron una estrella en el Hollywood Walk of Fame cimentando su carrera como actrices y productoras, una usaba el pelo rubio y la otra rojizo: cada gemela con un estilo particular.
Al ser amantes de la moda, las gemelas Olsen entienden el valor del vintage y, en más de una ocasión, se les ha visto usar vestidos vintage para la Met Gala. Ellas aman los accesorios grandes, el estilo boho-chic y los diseños sueltos, largos y, a veces, oscuros.
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Lo que hace icónicos los looks de las gemelas Olsen es el minimalismo impecable que las dos manejan cuando se trata de cómo se visten, ya sean pantalones con los mejores cortes; tshirts con la caída perfecta, botas y sandalias, suéteres que les quedan pintados; vestidos sueltos, abrigos con el oversize ideal; y siempre lentes oscuros.