La cantante Ariana Grande regresó y venció en la noche más especial para la industria de la música. Con dos impactantes atuendos y joyería valuada en millones de dólares, la intérprete de "Thank you, next" abrió paso en la alfombra roja de los Grammy con un primer vestido que la hizo lucir como una princesa salida de un cuento de Disney.
Enfundada en un diseño de color gris y sin tirantes de Gianbattista Valli, Ariana Grande aprovechó su esbeltísima figura para lucir un atiendo elaborado con una gigante falda de tul. De acuerdo con People, para confeccionar este este enorme vestido se necesitaron más de 300 metros de tul y 200 horas de trabajo.
Ariana Grande no se quiso quedar corta con este impresionante look. También llevó guantes de ópera del mismo tono y aretes de diamantes valuados en 2.5 millones de dólares, de Lorraine Schwartz.
Pese a que la cantante de 26 años fue una de las mejor vestidas de la noche, la famosa lució un segundo diseño, también en gris e igualmente hermoso.
"Hice la alfombra con un vestido Giambattista Valli personalizado y me encantó y volví con un vestido diferente, porque no podía decidir", dijo a CBS.
Este segundo atuendo se trató de un top de Schiaparelli con un escote circular adornado con una especie de collar, falda amplia y aretes de diamantes de Kallati.
Y para el show presentó dos looks más: un vestido princesa con guantes altos y un baby doll y medias con liga.