Hablar de Deborah Hung es adentrarse a lo más sofisticado y sibarita del mundo. La mexicana, casada con uno de los hombres más ricos del planeta, el empresario Stephen Hung, originario de Hong Kong, va atada de la mano con todo lo superlativo: sus viajes, sus atuendos y hasta su Rolls Royce en color rosa nos habla de su preferecia por saborear la vida al máximo.
Deborah Valdéz Hung, nacida en Hermosillo, Sonora, y exrepresentante de belleza, se convertió en parte del jet set internacional tras su boda con el magnate, ocurrida hace aproximadamente 9 años. Amiga de personajes nacionales como Inés Gomez Mont y Liliana Sada, la modelo tiene sus joyas preferidas: los diamantes.
De acuerdo con una entrevista publicada en Tatler Hong Kong, Deborah y Stephen Hung son mundialmente conocidos por tener impresionantes gemas, sin embargo, Stephen prefiere los rubíes y Deborah es más discreta. “Me encantan los diamantes blancos, no soy muy aficionada a los diamantes de colores o las piedras preciosas", reveló la también empresaria a la publicación antes mencionada.
Otra piedra preciosa que Deborah Hung adora es el ópalo, especialmente si provienen de México o Australia, reveló la millonaria a Tatler. "Quiero un ópalo azul muy distinto que provenga de Australia o México”, comentó. Las imágenes que este matrimonio comparte en sus redes sociales se han convertido en la fascinación de las publicaciones de moda y sus miles de admiradores, quienes se sorprenden y aman su apabullante estilo de vida.
Los aretes que Deborah Hung luce en la imagen de arriba son sus favoritos, pues un amigo ruso se los regaló y una de las cosas que más le llamaron la atención fue el trabajo artesanal y los pequeños diamantes que lo visten. "Me gustan las joyas de inspiración rusa. No uso aretes muy a menudo, pero cuando lo hago a menudo son estos ", dijo la socialité a Hong Kong Tlatler.
Según Prestige on line, su piedra de nacimiento es el granate y Deborah admira las piezas de Victoire de Castellane que elabora para Dior. Otras marcas que son sus favoritas con los collares Graff.
"Su padre le compraba anillos de joyería de diamantes falsos para que se pusiera en cada dedo, y su mamá prefería el oro", se lee en el sitio especialista en joyería. "Si bien aprecia las joyas mexicanas, es la India la que se ha vuelto de su particular interés, después de visitar el Triángulo Dorado de Delhi, Jaipur y Agra hace tres años".