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En Japón se encuentran preocupados por el estado de salud de la emperatriz emérita Michiko, esposa de Akihito y mamá del nuevo emperador del país, Naruhito, quien fue operada el pasado mes de septiembre por cáncer de mama.
La intervención fue un éxito y el tumor fue extirpado sin ninguna complicación, incluso, los médicos consideraron innecesario someter a la mamá del emperador Naruhito a tratamientos de quimioterapia, ya que el riesgo de que el tumor volviera a aparecer era nula.
A pesar de la buena noticia, el estado de salud de la emperatriz Michiko se encuentra frágil desde hace mucho tiempo debido al estrés y depresión que ha vivido durante toda su vida, al igual que su nuera, la emperatriz Masako.
Cuando Michiko era princesa, vivió bajo mucha presión por su condición de plebeya y, debido a esto, comenzó a enfermarse. En la década de los años 70, la ahora emperatriz emétrita perdió la voz durante siete meses y los médicos dijeron que era por estrés; posteriormente, en 1993, cuando Michiko ya era emperatriz, se desmayó tras leer una noticia falsa, afirma Vanity Fair.
La emperatriz Michiko también ha padecido de úlceras estomacales, sangrado intestinal, fue operada de cataratas en ambos ojos y finalmente reflujo gastroesofágico causado por la excesiva presión de la faja del kimono que, de acuerdo al protocolo, debe usar.
Recientemente, con la abdicación del emperador Akihito y la entronización de Naruhito se esperaba que la emperatriz Michiko se liberara del estrés y con ello, mejorara su estado de salud, sin embargo no ha sido así. Leer también: La emperatriz emérita Michiko de Japón se someterá a cirugía para remover cáncer de mama
En junio, la casa imperial japonesa anunció que la emperatriz Michiko había sido diagnosticada con una anomalía en la válvula del corazón, por lo tanto, sus médicos le recomendaron reposo absoluto, ya que podía sufrir un paro cardíaco. Ahora, la casa imperal volvió a dar una mala noticia, pues Michiko se encuentra débil de salud desde septiembre. La esposa del emperador Akihito ha perdido peso debido a vómitos constantes, incluso, en algunas ocasiones, van acompañados de sangre.
Mientras la emperatriz Michiko se recupera, los médicos le recomendaron tratamientos para el estrés como tocar el piano, leer, recolectar la seda de los gusanos del palacio imperial y hasta traducir poemas, ya que Michiko estudió literatura en universidades como Oxford y Harvard.
Tanto la emperatriz Michiko como el emperador Akihito se someten a revisiones médicas dos veces al año.