El káiser de la moda tenía una vida muy rigurosa en cuanto a su alimentación, pues mantener una figura delgada para utilizar prendas estilizadas, era una de sus prioridades. Aquí te presentamos la rigurosa y peligrosa dieta que siguió con tal de perder 40 kilos.
El director creativo de Chanel, quien murió el martes pasado a los 85 años de edad, cuidaba su cuerpo, aunque quizá no de la mejor manera, pues se prohibió a sí mismo consumir azúcares y sus alimentos diarios básicamente eran verduras y frutas hervidas, además de lácteos desnatados o libres de grasa.
Las codornices eran su comida base casi todos los días y completaba su alimentación con suplementos de proteínas y vitaminas para no descompensarse. Pero, sin duda, una de las cosas que más llamaron la atención fue que al día se tomaba 10 refrescos de cola en su versión light, según describió en su libro "The Karl Lagerfeld Diet".
Esta dieta fue pensada por él en colaboración con el doctor Jean-Cloude Houdret y fue impulsada por su deseo de utilizar los diseños de Dior hechos por Hedi Slimane, los cuales consistían principalmente en trajes de corte ajustado y pantalones entubados, por lo que el káiser se fijó la meta de bajar 40 kilos en un solo año.
"No hay nada peor que mirar entrañablemente prendas que te gustaría usar, pero que definitivamente son muy pequeñas para ti (...) era la motivación más sana para perder peso", escribió en su libro.
Pese a que logró su objetivo, la manera de hacerlo no fue la más sana, pues causan estrés al organismo y genera ansiedad, lo que ralentiza el metabolismo y provoca el efecto rebote.