Vivir con un trastorno alimenticio es más común de lo que nos imaginamos y entre las personas que lo padecen están los comedores compulsivos o con trastorno por atracones, como la organización Healthy Children lo tipifica. Marichelo Puente, hermana de Anahí, confesó que ella vivió muchos años en ese círculo vicioso y que, incluso, llegó el día que no salió de su cama.
"Mi problema era que si estaba nerviosa por un examen, comía; si yo tenía angustia por ciertas cosas, comía", así comenzó la charla de Marichelo con Anahí Puente para su podcast "Están ahí" .
"Cuando era niña, yo tenía un escondite en mi closet donde estaban los zapatos, los saqué todos de ahí, los cambié de lugar y tenía fotos, cartitas, lo que te quieras imaginar y tenía comida escondida". Marichelo fue famosa antes que Anahí, pues tenía 8 años y ya era una de las participantes más importantes del programa "Chiquilladas", una de las producciones de televisión más famosas en la década de los 80. Leer también: La sobrina de Anahí cumple 16 años; Jorge D'alessio y Marichelo dedican conmovedoras palabras
Debido a que ya era una celebridad en la televisión nacional, sus papás y la gente más cercana cuidaban que no subiera de peso, sin embargo, Marichelo aprovechaba las salidas con sus amigas o cualquier momento para comer en exceso. "Un comedor compulsivo no es de la noche a la mañana, es una enfermedad, es un trastorno alimenticio y mucho tienen que ver las emociones, como la anorexia y las adicciones", dijo.
"Lo más delgada que llegué a pesar fue 47 kilos y tenía 17 años pero traía novio y estaba haciendo teatro musical y hacía muchísimo ejercicio", y siguió "al momento que trueno con el novio, qué crees que pasó, tuve una recaída y entonces comí muchísimo y se salió de control". Leer también: Foto: La impactante belleza de la sobrina de Anahí
Incluso reveló que en sus embarazos, comer sin parar fue su pretexto perfecto. "Creo que el mayor reto que he tenido en la vida he sido yo misma. Me considero una mujer muy fuerte y no me da miedo nada, ni siquiera lo que no conozco pero por primera vez en mi vida, cuando yo me vi tapada hasta la nariz y diciendo 'de aquí no me muevo porque no me ve nadie', ahí me di pavor".
En esta parte de su confesión, Marichelo reveló que no quería salir de la cama para que nadie viera el tamaño que su cuerpo había adquirido. En esta época solo era mamá de Anapau, su primera hija. Leer también: Foto: La historia de amor de Anahí y Manuel Velasco
Años después y luego de casarse con Jorge D'Alessio, una revista publicó una imagen de la pareja que recibió miles de críticas y burlas por su figura: Marichelo fue objeto de agresiones debido a su sobrepeso pero, además del profundo dolor que le provocaron, fue la luz que necesitaba para tratar su trastorno por atracones.
"La foto de la que tanto hablé en el podcast de hoy es esta. Con esta foto me hicieron pedazos. Lo que no imaginé es que ese sentimiento de tristeza tan grande en ese momento sería el primer gran paso para una nueva vida. ¿Que no se puede? ¡CLARO QUE SE PUEDE! Sólo falta querer que se pueda: hoy me abrazo, me festejo, me admiro y me amo más que nunca. Lo más hermoso de esta foto es ver que este señor jamás soltó mi mano y fue mi gran apoyo en todo momento ¡Te amo! @jorgedalessio"
Tras muchos años de problemas con su manera de comer, Marichelo confesó que tomó terapia y con el apoyo y amor incondicional de su esposo logró salir de esa crisis emocional. "Un día estábamos mi marido y yo y dije: es que no quiero ir, no me quedan los pantalones, estoy hecha una cerda. Y mi marido me agarró de las manos y me dijo ¡No te vuelvas a decir así porque yo te amo!'".
Y entonces su vida cambió. Marichelo comenzó a trabajar año con año, sin decanso, tratando de educar su mente y su corazón para poner un alto a su falta de amor propio. "Aprendí a decir que necesito ayuda, después aprendí que mi cuerpo habla, da señales". La hermana de Anahí ha recuperado su autestima y no baja la guardia en su lucha diaria. "Es algo con lo que luchas todos los días, como el alcohólico. Solo por hoy", dijo mientras su voz se le quiebra.