En el marco del Día Mundial de las Mascotas recordamos a aquellos animalitos que más que una mascota fueron considerados miembros importantes en las vidas de sus dueños, ya que tras su muerte se convirtieron en sus principales herederos.
Uno de los casos más recientes es el de Choupette, la gata del difunto diseñador de moda Karl Lagerfeld, quien murió a inicios de este año. Este minino se convirtió en la heredera universal del “Káiser de la moda”, dueña de contratos de campañas de publicidad, una cuenta en Instagram con más de 200 mil seguidores y una suma de 3 millones de euros anuales por su labor como influencer.
Otro caso similar del mundo de la moda es el de Alexander McQueen, diseñador que se suicidó en el 2000 dejando como herederos de su fortuna valuada en cerca de 16 millones de dólares... a su perros.
Cuando el cantante Michael Jackson murió se descubrió que cedió parte de sus ganancias a sus mascota, en especial a su chimpancé Bubbles, que tras la muerte del “Rey del pop”, recibió 2 millones de dólares.
Aunque la presentadora y empresaria Oprah Winfrey sigue aún viva, ya expresó su voluntad de dejar 30 millones dólares para la manutención de sus perros.
Al morir el director de Blackwell Limited quiso dejar fuera del testamento a todos los miembros de su familia y dejó como única sucesora de su fortuna, 10 millones de dólares, a su gallina.
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