En marzo de este año, Enrique Ponce sufrió el peor accidente de su carrera: durante una corrida en su natal Valencia, un toro lo embistió propinándole una cornada en el muslo izquierdo. Esto además le ocasionó que, al caer, se rompiera los ligamentos de la rodilla, así como la fractura de una costilla y la tibia. Las imágenes y videos que se hicieron aquel día son escalofriantes.
Tras una cirugía que duró seis horas, Enrique Ponce tuvo que usar muletas durante meses y permanecer en casa pero, tras menos de cinco meses después, regresó al espectáculo taurino. La cita fue el 10 de agosto en la Plaza Real de El Puerto de Santa María. Ahora regresa a México, país en el que nos dice que se siente feliz toreando, y después de unas corridas en Guadalajara y otras ciudades, vuelve a La Plaza México, donde la afición lo esperó con ahínco.
-¿Cómo te sientes de regresar a La Monumental?
“¡Feliz! Siempre torear en la Plaza México es motivo de satisfacción. Volver, en esta nueva temporada, después del año pasado y regresar a la plaza de mis sueños, es una maravilla. Yo creo que hay una historia de amor muy bonita entre la Plaza México y yo. Desde que vine, en 1992, ha habido muchos triunfos y siempre ha habido una comunión muy bonita entre la afición de México y yo. Tengo recuerdos preciosos de La Plaza México. Yo lo he dicho: si hay una plaza en donde me he sentido especialmente torero y feliz toreando, México sin duda es una de ellas", contó el torero Enrique Ponce.
-¿Cómo vas después del accidente? (el torero recibió una terrible cornada en marzo de este año, cuando toreaba en Valencia, España)
“Ahí voy. La verdad es que tengo molestia en la rodilla, es lógico. Es un milagro que me haya recuperado tan pronto con la rodilla destrozada como la tenía. Solo puedo dar gracias a Dios de encontrarme como estoy, de torear. Incluso hubo momentos en los que dudé si volvería a andar sin secuelas, ya no solo a torear. Fue una recuperación impresionante", señaló en entrevista exclusiva para CLASE.
"Una reaparición preciosa, en el Puerto de Santa María, donde indulté a un toro además, y ha sido una temporada muy importante. Sobre todo muy especial porque poder superar eso y volver y estar delante del toro de nuevo, como si no hubiera pasado nada, ha sido muy especial. El otro día tuve molestia en Guadalajara, pero trato de vivir con ello y fortalecer la pierna", dijo.
"Es una rehabilitación especial la que estoy haciendo y esperemos que siga todo bien y no haya complicaciones. Pero bueno, es algo que tengo ahí, tengo muchas placas y tornillos, pero lo llevo bien. Espiritualmente estoy lleno. Mi cabeza está bien, mi alma está llena para poder sentir el toreo y transmitirlo a la gente”, dijo Enrique Ponce.
-¿Cómo fue el apoyo de tu esposa Paloma Cuevas y tus dos hijas?
“Estuvo ahí siempre al pie del cañón. Por supuesto que apoyándome en todo. Mis hijas también. Con las dos niñas, en ese tiempo que estuve en casa, conviví mucho con ellas. Ellas ya van creciendo, van viendo lo que es el toreo y se dan cuenta. En ese tiempo estuvieron especialmente cariñosas, porque siempre lo son. Dos niñas que la verdad es que son divinas. En ese tiempo que yo estuve convaleciente ellas fueron especialmente cariñosas. Ha sido lo mejor del percance”, comentó el torero Enrique Ponce.