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Recientemente se reveló que el télefono del CEO de Amazon, Jeff Bezos, fue hackeado en el año 2018 justo antes de que se filtraran a la web algunas fotos que ponían al descubierto su romance con la presentadora Lauren Sánchez, antes de que el empresario estadounidense finalizara su matrimonio con Mackenzie Bezos.
De acuerdo con una investigación reciente del diario The Guardian, el teléfono del creador de Amazon fue intervenido por piratas cibernéticos luego de que recibió un archivo del número telefónico personal de Mohammed bin Salman, príncipe heredero de Arabia Saudita y relacionado con Lindsay Lohan.
Se cree que el mensaje enviado del número del heredero de Arabia Saudita contenía un archivo malicioso, así lo determinó un análisis forense digital del teléfono de Bezos, ya que el video que supuestamente había mandado al ‘hombre más rico del mundo’ estaría infectado por un virus que permitió se obtuviera información valiosa de su dispositivo. Leer también: La princesa Basmah de Arabia Saudita está desaparecida y el príncipe Mohamed bin Salman no quiere hablar de ella
No fue hasta que los teléfonos de Bezos fueron examinados por Gavin de Becker, un forense digital e investigador privado contratado por él después de que salió la historia en National Enquirer.
Sin embargo, aunque no se tiene certeza aún de la información y de los datos que este virus pudo obtener del teléfono de Bezos, se piensa que esta extraordinaria revelación en la que el futuro rey de Arabia Saudita pudo tener una participación en el ataque al fundador de Amazon, puede estar relacionada también con las fotos que fueron filtradas a la web por National Enquirer en las que se ventilaba el affair de Jeff con Lauren Sánchez.
Tan solo ocho meses después de que fue hackeado el móvil del empresario estadounidense, The National Enquirer expuso el romance de Bezos con Lauren Sánchez en enero de 2019, y cinco meses antes murió Jamal Khashoggi, columnista del periódico de Bezos, The Washington Post, quien fue asesinado por el régimen de Arabia Saudita.
Según las fuentes de The Guardian, Agnès Callamard, la relatora especial de la ONU que investiga las ejecuciones extrajudiciales, se dio cuenta del aparente hackeo de Arabia Saudita y decidió intervenir, sin embargo, los portavoces árabes continúan negado su participación en este ataque.
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