Las hermanas Bella y Gigi Hadid son dos de las modelos más destacadas de su generación, incluso, su madre Yolanda también fue uno de los rostros de la industria de la moda más conocidos. Todos en la familia Hadid se caracterizan por su esplendor frente a los medios comunicación y la web, excepto el patriarca de la familia: Mohamed Hadid, un empresario de origen palestino que recientemente acaparó los titulares de noticias al declararse sin dinero.
El empresario Mohamed Hadid, quien siempre había mantenido un bajo perfil, quedó expuesto frente a los medios al declararse ante la ley en bancarrota. El magnate de 71 años es un conocido constructor y promotor inmobiliario que posee una fortuna de entre 90 y 190 millones de euros, cifra de acuerdo con el diario El País. Pero en el año 2011, comenzó la construcción de una fastuosa mansión ubicada en Bel-Air, California, de aproximadamente 2.800 metros cuadrados, que ha sido clasificada por las autoridades de Los Ángeles como ilegal, ordenando que se destruya inmediatamente.
Según fuentes del Daily Mail, al papá de las tops models le ordenaron las autoridades derrumbar la mansión que tenía en proceso, y el mismo deberá correr con los gastos de las demolición, los que aseguran rondan los 4.5 millones de euros, por lo que se ha visto en la necesidad de declararse en bancarrota, este miércoles a través de su grupo de abogados, quienes registraron ante los tribunales de Los Ángeles que la empresa 901 Strada LLC perteneciente al constructor había quebrado.
Ya que al parecer los abogados de Hadid establecieron ante el juez a cargo que el empresario no podía permitirse pagar la demolición de la residencia, ni tampoco podía asumir su costo de medio millón de dólares que se debe cumplir para costear la supervisión del derrumbe. Además se dice que Hadid tenía una hipoteca de 15. 5 millones de euros sobre la propiedad.
Las autoridades por sus parte han declarado a través de un escrito del magistrado que a principios de noviembre se visitó la obra y se consideró “insegura y peligrosa”, “si esta casa se viniera abajo se llevaría una parte del barrio consigo”.