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La fama y el dinero no siempre garantizan la felicidad de las personas. Bárbara Mori abrió su corazón totalmente, así como las puertas de su vida privada para transmitir un importante mensaje sobre la autosanación y de lo indispensable que es el perdón en nuestras vidas.
Como pocas veces, Bárbara Mori abordó temas tan profundos y dolorosos como fue su infancia y la detección de su cáncer a los 29 años, revelaciones que compartió en el podcast Se regalan Dudas "¿Qué pasa cuando sanamos desde la raíz?", liderado por las conductoras Lety Sahagún y Ashley Frangie.
“Trato de mantener mi vida privada, superprivada porque pues es lo poquito que me queda mío, he compartido poco de lo que soy, de dónde vengo, cómo crecí”, inició Bárbara.
La actriz Bárbara Mori comienza relatando que desde muy chica se enfrentó a las distintas adversidades de la vida, una de ellas fue el abandono de su madre y el alcoholismo de su papá, que la orilló a tener una infancia marcada por las huellas de la violencia y el dolor.
“Tuve una infancia super, superdura que me marcó muchísimo en todos los sentidos. O sea, crecí sin mamá y crecí con un padre alcohólico y tuve una infancia súper dura, triste, oscura, violenta, como muy alejada del amor”, dijo Bárbara.
Para poder salir adelante de esta situación, Bárbara Mori tuvo que comenzará a trabajar desde muy joven para poder salir de su casa en búsqueda de un mejor futuro para ella. En su natal, Uruguay la actriz inició con pequeñas tareas que le generaron ingresos suficientes para viajar a México.
“En cuanto pude empezar a trabajar, empecé a trabajar a los 14 años, y trabajé hice de todo un poco, fui mesera en una pizzería, repartía volantes en un semáforo, fui booker en una agencia de modelos, bailé en antros. O sea, hice de todo un poco para poder ahorrar y salirme de mi casa”.
Ya con 17 años, Bárbara Mori inició en el mundo del modelaje y la misma actriz reconoce que su belleza le ayudó a conseguir importantes trabajos, característica que le abrió puertas en distintas producciones de televisión.
“Empecé a modelar porque mi belleza física me abrió puertas en el modelaje, y cuando empecé a estar frente a la cámara me di cuenta que quería ser actriz”.
Uno de sus protagónicos en la pantalla chica que la catapultó a la fama fue en la telenovela Rubí. Sin embargo, pese a estar rodeada de éxito, dinero y de lujos, Bárbara Mori reconoce que no era un persona feliz, sino una “enojada con la vida”, pues su pasado le impedía agradecer y valorar el fruto de sus logros.
“Estaba en el momento más impresionante de mi carrera donde tenía todo lo que según la sociedad te lleva a la felicidad, fama, dinero, porque me pagaban muy bien, reconocimiento”, apuntó Bárbara.
“Si me voy hacia atrás en el tiempo, esa mujercita que empezó a tratar de abrirse paso para salirse de esa violencia en la que vivió, pues era una mujer que estaba muy enojada con la vida y me refugiaba mucho en mi carrera”, señaló Bárbara.
Del mismo modo Bárbara Mori reconoció que debido a lo difícil que fue su infancia por el abandono de madre y la violencia de su padre, la actriz careció de una figura que le brindara amor sano, por ello, en su vida adulta cayó en distintas circunstancias de vulnerabilidad que la marcaron, pero sobre todo que la hicieron aprender amarse a sí misma y autovalorarse.
“Yo conocí el amor a base de golpes, abandono de mi madre, entonces para mí el amor era eso. La creencia que me acompañó en mi vida y que se volvió como un statement en mi vida es ‘tú no eres lo suficientemente buena para que mamá se haya quedado, ni para que papá te quisiera’, entonces como crecí con esta creencia, pues no eres lo suficientemente buena para tener un hombre que te respete, que te quiera, te valore y te cuide porque ni siquiera tú ni siquiera te valoras, ni te respetas, ni te quieres, ¿sabes?"
Luego de una amarga experiencia en la que la actriz fue disgatonocada con cáncer a los 29 años, fue que decidió hacer algo con el enojo que sentía, y dedicó sus esfuerzos en ir en búsqueda de la gratitud, el perdón y sobre todo el amor, el amor propio y el amor sano hacia los demás.
“La realidad era que pues a mí me rompieron mucho por dentro cuando era chiquita y empezar a juntar mis pedacitos me costó mucho trabajo, darme cuenta de que necesitaba empezar a mirar hacia adentro fue algo que empezó a traerme una transformación”, aseguró Mori.
Por último, la actriz asegura que todos tenemos “huellas de la infancia” en las que podemos trabajar para encontrar nuestra mejor versión, y que en su caso fueron los retiros espirituales los que le ayudarán a encontrarse con su verdadera esencia y a dejar en el pasado el dolor de su infancia para poderse conectar son su presente y así con ello encontrar de vuelta el verdadero amor.
Actualmente Bárbara Mori tiene un noviazgo con el cofundador de Lemon Production Fernando Rovzar, con quien se le ha visto de lo enamorada, tranquila y completamente feliz, una versión de Bárbara que pocas veces habíamos visto.