El expresidente estadounidense Barack Obama pidió que no se alimente el clima de miedo que permea en la sociedad estadounidense y que la venta de armas de fuego debe regularse, tras los tiroteos que ocurrieron en El Paso y Ohio y en los que murieron 31 personas. Además, expresó que nadie debería permitir que se normalicen los sentimientos racistas.
En el mensaje que compartió en sus redes sociales también mencionó a su esposa Michelle, con quien lamenta la tragedia que viven las familias afectadas.
“Michelle y yo sufrimos con las familias de El Paso y Dayton que han enfrentado estos últimos tiroteos masivos. Aunque los detalles siguen emergiendo, hay algunas cosas que ya sabemos son verdaderas. Primero, ninguna otra nación en la Tierra se acerca a la frecuencia de tiroteos masivos que nosotros vemos en Estados Unidos. Ninguna otra nación desarrollada tolera como nosotros los niveles de violencia de armas. Cada vez que esto pasa, nos dicen que leyes más estrictas sobre el control de armas no detendrán las muertes, que no vamos a detener a cada individuo trastornado de tener un arma y disparar a gente inocente en lugares públicos. Pero la evidencia demuestra que se pueden detener los asesinatos. Pueden salvar a las familias de la devastación. No estamos indefensos en esto y no será hasta que todos levantemos la voz e insistamos en hacer responsables a nuestros gobernantes de cambiar nuestra legislación de armas, estas tragedias seguirán pasando”.
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“Segundo, mientras que los motivos detrás de estos tiroteos puede que todavía no se conozcan completamente, hay indicaciones de que el tiroteo de El Paso sigue una peligrosa tendencia: individuos perturbados que adoptan las ideologías racistas y que se ven obligados a actuar violentamente para preservar la supremacía blanca. Como los seguidores de ISIS y otras organizaciones terroristas extranjeras, estos individuos puede que actúen solos pero han sido radicalizados por sitios de nacionalistas blancos que proliferan en Internet. Esto significa que tanto las agencias del gobierno como las plataformas de internet necesitan crear mejores estrategias para reducir la influencia de estos grupos de odio”, continuó el exmandatario.
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“Pero es tan importante que todos nosotros debemos mandar una llamada de acción y comportarnos con los valores de tolerancia y diversidad que deberían ser características de nuestra democracia. Deberíamos rechazar tajantemente que salga de la boca de cualquiera de nuestros líderes, un lenguaje que alimente el clima de miedo y odio o que normalice el racismo; líderes que satanizan a aquellos que no se ven como nosotros o que sugieren que otras personas, incluyendo migrantes, amenazan nuestra forma de vivir o que se refieren a otras personas como sub-humanos, o que implican que Estados Unidos pertenece solo a un tipo de gente. Ese lenguaje no es nuevo, ha sido la raíz de la mayoría de las tragedias a lo largo de la historia, aquí en Estados Unidos y en el mundo. Es la raíz de la esclavitud y Jim Crow, del Holocausto, del genocidio en Ruanda y de la limpieza étnica en los Balcanes. No tiene lugar en nuestra política o en nuestra vida pública. Y es momento de que la abrumadora mayoría de estadounidenses de buena voluntad, de cualquier raza y fe y partido político, lo haga saber, clara e inequívocamente”, finalizó.
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