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La princesa del pop Britney Spears está en medio de una batalla legal para que su tutela no le sea devuelta a su padre, Jamie Spears, quien controló todas y cada una de sus decisiones desde 2008 hasta 2019, cuando tuvo complicaciones en su salud y las transfirió a Jodi Montgomey, actual manager de la cantante. Fue en julio de 2020 que Britney, de 38 años, se presentó ante el Tribunal Superior de California en Los Ángeles para que su tutela este a cargo de un fiduciario corporativo calificado y así para recuperar su libertad y su fortuna.
Sin embargo, durante una audiencia realizada el pasado miércoles 7 de octubre que parecía rutinaria, el juez comenzó a hacerle preguntas a Spears acerca de su vida personal, su estado emocional y de sus intenciones de regresar a los escenarios, algo que fue rebatido por el abogado de la intérprete de “Baby One More Time”, Sam Ingham, por lo que el juez solicitó que la empresaria firmara una declaración, lo que en el calor de la discusión, el defensor de Britney mencionó que su representada no tiene la capacidad de firmar ningún documento legal y la comparó con un paciente en coma, poniendo como ejemplo que hasta las personas en este estado médico, tienen derecho a hacer uso de sus abogados para que hablen por ellos.
La tutela que obtuvo Jamie Spears de su hija en 2008 fue consecuencia de una serie de acciones y escándalos de Britney que la llevaron varias veces a clínicas psiquiátricas, por lo que su custodia le fue otorgada a su papá para controlar movimientos financieros, legales, de trabajo, viajes, salidas, reuniones, etcétera.
Actualmente, la mamá de Britney está liderando un movimiento en redes sociales llamado “Free Britney” el cual a recaudado más de 300 mil firmas para que se le de la libertad que tanto ha buscado la cantante. Lynne Spears quien se separó del papá de su hija en 2002, asegura que ella no cree que su segunda heredera esté incapacitada para tomar sus propias decisiones.
Los escándalos de Britney llegaron a partir de 2007 cuando se divorció de Kevin Federline y perdió la custodia física y legal de los dos hijos que tuvieron juntos, Sean Preston (2005) y Jayden James (2006).