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Luego de una larga pausa en su carrera como actriz en la que Fátima Torre se dedicó a disfrutar de la maternidad con Isabella y Diego, de 6 y 3 años respectivamente, y después de atravesar su divorcio del actor Héctor Salazar, la hermana de Chema y Andrea Torre abrió su corazón ante VIP de El Universal en una conversación franca en la que comparte la aventura de su incursión en la moda, a través de la colaboración con la firma Igualdad.IO, con la que realiza una colección especial; las lecciones que ha aprendido durante su proceso; su filosofía como mamá; sus proyectos profesionales y la libertad plena que experimenta actualmente y con la que vive en plenitud.
¿Crees que la igualdad se pueda alcanzar a través de la moda?
¿Cuántas veces hemos visto marcas que solo diseñan para cierto tipo de cuerpos? Derrumbar eso es en lo que la moda aporta. Lo que me gustó de esta marca y porque conecta con algo personal para mí, es que redefine esos conceptos tan arraigados. Para mí es muy importante que mis hijos tengan un futuro donde el ser hombre, mujer o lo que quieras ser no importe para nada.
¿Entonces la moda es algo que te permite reinventarte?
Nunca había pensado en la moda como side business, pero en cuanto llegó está propuesta todo fue muy orgánico. Llegó en un momento justo. Mi familia siempre ha convivido con la moda—Fátima es uno de los 10 hermanos Torre—, quizás no a nivel de industria, pero sí como gusto. Esta marca conecta mucho conmigo y realmente son mis primeros pasos en la moda. Es un reenfocarme.
¿Este discurso sobre la equidad de género nace desde tu postura como mamá?
Cien por ciento. Yo platico mucho que la maternidad vino a cambiarme y hacerme mejor persona porque ahora todos los días trabajo por superarme. Cuando me convertí en mamá me cuestioné absolutamente todo.
Ahora, cuando veo la responsabilidad que tengo de educar a personas que van a ser adultos, quiero que sean empáticos, libres y que su horizonte no sea como el que tenemos hoy. Quiero un futuro donde no haya violencia o injusticia.
¿Qué tuviste que reaprender y desaprender cuando cruzaste el umbral de la maternidad?
Tuve que aprender a informarme y a ver la realidad de cosas que por mi situación de privilegio no había vivido nunca y entender que el hecho de que nunca hubiera enfrentado una situación no quiere decir que no me pueda pasar.
Me puse a leer mucho sobre feminismo y sobre cómo desarrollar la empatía, a quitar el yo y ver más allá para dejar la ceguera.
Por otro lado, tuve que desaprender mucho, fue necesario deconstruirme y dejar ideas que traía por mi educación y entender que ‘ser una niña bien’ ahora es distinto. Vengo de una familia con muchos valores, pero también prejuicios, ya sea por religión o sociales, y decidí hacerlos a un lado.
Ve aquí el video de la entrevista:
¿Qué valores son los más importantes que le inculcas a tus hijos?
La empatía, la libertad y que no juzguen, sino que tengan una mente más abierta, pero con base en valores muy sólidos.
¿Y tus hijos cómo reciben estos mensajes?
Isabella tiene seis años y Diego tres, son todavía muy chiquitos para entender ciertas cosas, pero en el día a día me gusta darles palabras de afirmación para mantener su autoestima.
En mi casa, los juguetes, los colores y la ropa no tienen género.
¿Y cuándo salen y se enfrentan con otras posturas no se vuelve complejo para ellos?
Lo importante es que la base está en sus valores familiares. No te voy a mentir, la sociedad aún no está libre de mensajes erróneos.
Imaginemos una maestra que de pronto se le escapa que el color favorito de un niño ‘no debe ser’ porque es un rosa o un morado, el que 'más les gusta a las niñas', supuestamente. Entonces se vuelve un poco complicado, pero trato de dejarles los mensajes claros de ser amables y empáticos.
Me gusta decirles que lo que nos hace geniales a todos es que todos somos diferentes.
¿Te cuestionas ahora alguna de tus decisiones en el pasado?
Parte de mi trabajo como mamá me ayudó a pulir ciertos conceptos. Lo comparto abiertamente.
Seguí mi vida como se supone debería ser sin cuestionarme nada, me casé y tuve hijos porque eran los siguientes pasos, pero fue hasta que los tuve que realmente me enfrenté ante el hecho de que es una decisión súper importante.
¿En qué etapa de tu vida te encuentras y cómo te sientes?
Me siento libre, contenta, consciente, queriendo hacer muchas cosas y con mucha claridad de que, si voy a hacer algo, lo voy a hacer bien.
Los primeros años después de que me convertí en madre dejé mi carrera como actriz y este es el momento en que me estoy reenfocando.
También pasó que tomé decisiones que no eran del todo mías, pero hoy estoy en un punto de crecimiento en el que he trabajado mucho en mí y he crecido. En ese sentido, lo quiero hacer igual a nivel profesional, crecer.
¿Cómo te está tratando este proceso de retomar tu camino y tus planes?
Voy poco a poco porque, como saben, viví un divorcio, —se separó a fines del año pasado del también actor Héctor Salazar, con quien tenía 14 años de relación y 10 años casada—, que es un proceso personal bastante doloroso, y cuando pasa algo así en tu vida te desconectas mucho de todo lo demás.
Con esto me di cuenta de que realmente mi pasión es actuar y que alejarme no fue una decisión que tomara del todo convencida.
Regresar al cien por ciento de mi concentración es algo que se ha vuelto muy importante para mí porque es algo muy retador.
Siento que empiezo desde cero, pero el universo está cañón y sin buscarlo llegaron proyectos tan padres como una participación en 'Mujeres Asesinas' y el estreno una obra de teatro que voy a hacer sobre la vida de Sylvia Plath, basada en su novela ‘La campana de cristal’ y que toca un tema tan relevante como el de la salud mental.