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“El principal problema en una crisis es ignorarla” afirma Paola Albarrán quien, desde hace una década, no ha parado de buscar alternativas y echar a andar programas que mejoren la calidad de vida de los niños y niñas de México.
En 2012, su espíritu filantrópico y el entusiasmo al ver la labor de su esposo, el presidente de Fundación Teletón, Fernando Landeros, la llevaron a impulsar la formación de Fundación Ballet Teletón, un espacio inclusivo de expresión y danza, donde los niños complementan sus terapias del día a día con el baile, ayudando a su motricidad, equilibrio y sobre todo al empoderamiento personal, haciéndolos formar parte de un grupo y permitiéndoles subir a un escenario.
En este espacio se complementa la rehabilitación de los niños a través de la danza, buscando apoyarlos de manera integral, tanto de forma física como emocional. El constante trabajo con los pequeños reveló ante los ojos de Paola otro de los grandes monstruos que acechan a la población infantil: La trata y explotación sexuales.
Es así que en septiembre de 2021, junto con Ana Paula Ruiz; "Chobi" Landeros —como es mejor conocido Fernando—; Orlando Camacho; Javier Ibarrondo; y Emilio Nagos, se conformó Fundación Freedom, una asociación civil dedicada a combatir, prevenir y concientizar acerca de la trata con fines de explotación sexual de niñas y niños, y que trabaja en coordinación con otras organizaciones internacionales, sociedad civil y autoridades para hacer frente a esta problemática desde distintos ángulos.
Paola Albarrán en conferencia de prensa de Fundación Freedom. (Foto: Especial)
¿Qué fue lo que te llevó a querer enfrentar este problema?
Me impactó la historia de una mujer que conocí en el Centro de Rehabilitación Infantil Teletón. Ella sufrió violencia sexual por parte de su padrastro desde los 11 años y este maltrato derivó en un diagnóstico de esclerosis múltiple y epilepsia.
El acompañamiento psicológico y legal que le brindamos fue el despertar de conciencia para mí ante esta crisis. Por esa misma época, varios colaboradores de Teletón tuvimos oportunidad de ver la película “Sonidos de libertad”, producida por Eduardo Verástegui y protagonizada por Jim Caviezel (“La pasión de Cristo” y “San Pablo Apóstol”), un filme basado en hechos reales y que se enfoca en uno de los rescates más riesgosos que ha enfrentado el equipo especializado conformado por agentes de la CIA y el FBI en Cartagena, Colombia, donde lograron liberar a 123 niños en una sola operación. Quedamos impactados y eso es lo que terminó abrirnos los ojos ante la crudeza de la situación de la trata infantil. Entendimos que teníamos que hacer algo para combatirla.
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¿De qué manera trabaja Freedom?
Trabajamos en coordinación con organizaciones internacionales, sociedad civil y autoridades para hacer frente a este grave problema desde distintos ángulos y líneas de acción que se dividen en: Prevención, en donde el objetivo es sensibilizar a padres de familia, víctimas potenciales, docentes y otros actores sociales a través de cursos, capacitación y campañas; Intervención, que se enfoca en capacitar a autoridades encargadas de combatir este delito y fortalecer la relación con agencias especializadas, así como sensibilizar a actores del sector privado en los que pueda llevarse a cabo la explotación; Persecución de justicia, es decir, mejorar el marco jurídico y contribuir a la investigación de estos delitos, impulsar la denuncia, persecución y condena de los responsables, así como concientizar acerca de los derechos de las víctimas; y Rehabilitación, que tiene que ver con brindar apoyo y acompañamiento a víctimas, refugios, albergues y casas de medio camino, así como implementar programas de mentorías, con el fin de facilitar su reintegración social.
Paola Albarrán se ha enfocado en actividades filantrópicas por más de diez años. (Foto. Anel Diez, Especial)
¿Por qué esta situación sigue vigente pese a las acciones que autoridades y sociedad han realizado?
Porque se trata de un círculo vicioso de grandes proporciones. El problema es que la trata sexual infantil tiene que ver con intereses económicos y mafias involucradas mientras que, por otro lado, el abuso sexual infantil es un problema de fondo social y que tiene que ver con un contexto que, en la mayoría de los casos, involucra a un familiar o personas cercanas al menor.
El camino para llegar a una solución es aún muy largo y por eso debemos continuar despertando conciencias, educando y levantando la voz por los que lo necesitan. Necesitamos llegar a un punto en el que rompamos con lealtades mal entendidas, denunciar a los abusadores sin importar quiénes sean y establecer criterios en casa para evitar que los niños sean vulnerados a través de plataformas digitales.
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¿Qué resultados han obtenido hasta ahora?
Gracias a la colaboración conjunta con autoridades e instituciones de Quintana Roo, hemos logrado 20 rescates. Sonará diminuto en comparación con la cantidad de víctimas, pero debemos seguir trabajando y sobre todo uniendo fuerzas. Necesitamos dejar de pensar que resolver estos problemas le corresponde únicamente al gobierno, a los que tienen más recursos o a los que se encuentran en posiciones de poder porque la verdad es que no hay dinero, ni tiempo que alcance ante esta terrible realidad.
¿A nivel personal cómo te afecta este problema?
Soy mamá de tres niños pequeños y sé que este es un tema aterrador y que paraliza, pero justamente ahí está la importancia de abrir la conversación y dejar a un lado el tabú para caer en cuenta de que hay mucho por hacer. Cuando llego a sacar este tema en algún lugar, me sorprende como la gente voltea la mirada y me piden cambiar de tema. Más allá de alarmar a la gente, lo que yo espero es que llegue un momento en el que muchos más sepamos como actuar ante esta situación.
Paola Albarrán con sus hijos, Natalia, Pablo y Fernando Landeros. (Foto: Archivo El Universal)
¿Cómo puede una persona acercarse a Freedom?
Tenemos habilitado un canal de contacto a través de nuestra página web fundacionfreedom.mx para que, en completo anonimato, quien así lo necesite se pueda acercar a nosotros.
Sabemos que en México, la pandemia incrementó de modo alarmante el reclutamiento para la trata sexual infantil y ante eso, en conjunto con Agencia Anónimo, lanzamos la campaña #FakeGamers, a través de redes sociales y medios de comunicación. Estamos tratando de hacer mucho énfasis en la relevancia de monitorear las actividades de los niños en redes sociales y al darles acceso a consolas de videojuegos porque, estadísticamente hablando, es ahí donde los depredadores entran en contacto con sus víctimas. Es impresionante lo fácil que cualquier persona puede generar un avatar falso, entrar a una plataforma y comenzar a interactuar con un niño.
¿De qué manera se puede ayudar a través de esta fundación?
Tenemos un programa que se llama “Ángeles de la guarda”, inspirado en esta figura que nos hacía sentir seguros de niños y que estamos retomando como un emblema para invitar a quien así lo desee a convertirse en padrino de estos pequeños través de un monto mensual voluntario con el que podemos continuar financiando las acciones que llevamos a cabo en Freedom.