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Aun cuando los Oscar premian a lo mejor del cine, la moda que lucen las estrellas en esta gala es casi igual de importante que las nominaciones.
La alfombra roja es tan anticipada como la ceremonia en sí y millones de ojos están atentos a lo que usan los famosos. Los estilistas hacen su agosto --meses antes del evento ya acuden a desfiles y ateliers para ir seleccionando lo que podrían usar sus famosos clientes--, y las grandes casas de moda ofrecen lo más espectacular de sus pasarelas a las personalidades que desfilarán por la red carpet antes de la entrega.
Es así como, a lo largo de los años, algunos de los atuendos que actrices y actores han lucido en estos premios se han convertido en algunas de las imágenes más memorables en la historia contemporánea de la moda, algunos por su elegancia y glamour y otros por su…originalidad.
Aquí, recordamos algunos de esos looks que se han convertido ya en parte de la historia del mundo del espectáculo.
(Foto: AP)
Barbra Streisand, 1969, Arnold Scaasi
La imagen de la estrella de “Funny Girl” subiendo a recoger su estatuilla en un traje pantalón es una de las más recordadas en la historia de los Óscar.
Totalmente moderno en su tiempo, el traje sorprendió aún más cuando se descubrió que era bastante traslúcido. Un precursor de las transparencias tan normales hoy en día, pero muy transgresoras en ese entonces.
Este look hizo famoso a Scaasi y es prueba de que divertirse con la moda incluso puede asegurarte un lugar en su historia.
(Foto: AP)
Cher, 1986, Bob Mackie
Cher quería vengarse de la Academia por no haberla nominado por su actuación en la película “Mask”, de 1985, a pesar de haber obtenido el galardón a Mejor Actriz en el Festival de Cannes.
Así que hizo algo totalmente Cher, se alió con su diseñador de cabecera, Bob Mackie, famoso por sus looks inspirados en ‘showgirls’, con quien creó un look con el que la estrella sería todo menos desapercibida.
El outfit, con un enorme tocado de plumas en la cabeza y el talle y abdomen al descubierto --mucho antes de que esto estuviera de moda-- y aderezado con brillos y lentejuelas, dejó a buen número de bocas abiertas.
“Sobraron quienes me dijeron ‘¡Eso no es moda!’”, dijo Bob Mackie en entrevista a ‘Vanity Fair’, “y yo respondí “¡Claro que no es moda! Está hecho para llamar la atención. Y lo logró, la gente todavía habla de él”.
(Foto: AP)
Sharon Stone, 1998, Gap y Valentino
Actualmente, mezclar prendas de marcas de fast fashion con otras de diseñador es algo común, pero en 1998, era algo impensable, hasta que Sharon Stone creó –accidentalmente—el look precursor de esta tendencia y uno que vive en la memoria de todo fashionista que se respete.
En el programa ‘No filter’ de la top model Naomi Campbell, Stone contó que, para acudir a los Óscar de 1996, La diseñadora Vera Wang y ella estaban pensando en dos opciones: un vestido de un material estilo Fortuny, que no lucía bien terminado, y un bello vestido rosa por el que ambas se decidieron. Se lo llevaron a su casa por mensajería, la caja con el vestido se cayó del camión y el camión se echó en reversa pasando sobre la caja ¿el resultado? Una marca de llanta en todo el frente del vestido…una tarde antes de la ceremonia.
En pánico, le habló a su estilista de ‘Bajos Instintos’, Ellen Mirojnick, quien le dijo ‘Traéme tus prendas favoritas’ y armaron un look con una falda larga Valentino de terciopelo negro, un minivestido de terciopelo Armani negro a modo de chaqueta, un top de cuello de tortuga negro de Gap debajo y una gardenia de su jardín en la solapa. El look fue uno de los más comentados de la noche.
Como la fórmula le dio resultado, un par de años después, Sharon la aplicó otra vez, pero deliberadamente, combinando una camisa blanca de Gap de su entonces marido, Phil Bronstein, con una falda de satén de Vera Wang ¿el resultado? Uno de los looks más imitados e inspiradores de la era moderna.
(Foto: EFE)
Julia Roberts, 2001, Valentino
A principios del nuevo milenio, la palabra ‘vintage’ no era tan repetida como lo es hoy en día, pero Julia Roberts ciertamente logró ponerla en el panorama.
Cuando fue nominada como mejor actriz por la película ‘Erin Brockovich’, Julia seguramente se sentía bastante segura de obtener el Óscar, y para recibirlo eligió uno de los looks más memorables en la historia de esta ceremonia: Un vestido blanco y negro de Valentino con algunas estratégicas transparencias, mezcla de texturas, hermoso escote y cola.
No era solamente el vestido, todo el look de Julia, incluido el peinado al estilo Audrey Hepburn, la ayudaron a crear esta icónica imagen.
Cuando se supo que el vestido pertenecía a una colección de 1992 del genio italiano Valentino Garavani, la palabra ‘vintage’ empezó a formar parte de nuestro vocabulario fashion.
(Foto: AP)
Björk, 2001, Marjan Pejoski
Este año fue uno de los más significativos en lo que a la ‘Moda de Óscar’ se refiere, pues fue también el año en el Björk, nominada por la canción ‘I’ve seen it all’ de la desgarradora película ‘Dancing in the dark’, lució el celebérrimo vestido de cisne.
El vestido era una malla color carne con cristales y una fada de tul blanco que simulaba el cuerpo de un cisne cuyo cuello se enredaba en el de la cantante islandesa y cuya cabeza descansaba en su hombro derecho. ¿Los accesorios? Unos huevos de avestruz que iba ‘poniendo’ en la alfombra roja.
Cuando la famosa crítica de moda Joan Rivers la vio, exclamó “¡Esa chica debería estar en un manicomio!” ¿Sí? Todos estos años después, ese look es uno de los más recordados en la entrega de los Óscar.
Halle Berry, 2002, Elie Saab
Sin duda, éste es uno de los vestidos más bellos en la historia de esta alfombra roja. Todo era atinado: el color, los materiales y la forma en la que abrazó la espectacular silueta de Halle Berry.
El que pudo haberse convertido en un desastre demasiado revelador, logró en cambio provocar una exclamación de admiración colectiva cuando la actriz, quien se convirtió ese año en ser la primera (y única hasta ahora) intérprete de color en ganar el Óscar a Mejor Actriz por su actuación en 'Monster's ball', pisó la alfombra roja.
Su emotivo discurso de agradecimiento y ese vestidazo, crearon uno de los momentos más icónicos de esta entrega de premios.
(Fotos. AP)
Gwyneth Paltrow, 1999 y 2012, Ralph Lauren y Tom Ford
La actriz es la única con el honor de aparecer dos veces en esta lista.
En la primera ocasión, cuando obtuvo la estatuilla por su actuación en la película “Shakespeare in love’, usó un vestido rosa de Ralph Lauren, muy sencillo, con un hermoso corte –todo su ‘chiste’—y tirantes de spaghetti, uno de los ejemplos más depurados de la moda minimalista de la época y que ha sobrevivido en el tiempo, pues al día de hoy es el favorito de muchas, inaugurando la era de los innumerables vestidos rosas que desde entonces han aparecido en cientos de alfombras rojas alrededor del mundo.
En 2012, Gwyneth lució un elegantísimo vestido columna blanco de Tom Ford adornado con una capa, algo muy nuevo entonces, y prácticamente nunca visto en una alfombra roja. Ella fue la responsable de iniciar esta tendencia que pisa fuerte hasta nuestros días.
Sin duda uno de los looks más majestuosos en la alfombra roja del hombrecito dorado.
(Foto:EFE)
Billy Porter, 2019, Christian Siriano
Era el año anterior a la pandemia, y cuando Billy Porter hizo su entrada triunfal a los Óscar, varias quijadas golpearon el suelo. No era un espectacular vestido de noche, pero tampoco era un smoking, era un poco de los dos.
En un ensayo que escribió para ‘Vogue’, Billy explicó sus motivos para usar un vestido de noche en los Óscar: “Mi meta es ser una obra de arte político en cada aparición pública. Retar las expectativas. ¿Qué es la masculinidad? ¿qué significa? Las mujeres usan pantalones todos los días, pero en el momento en el que un hombre usa un vestido, los mares se parten en dos”.
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Después reveló que el momento de la verdad llego para él, cuando, en ese mismo año, usó una capa rosa en los Golden Globes y su outfit shockeó a muchos de los asistentes. “Ese atuendo lo cambió todo para mí, me atreví a romper con el statu quo. Creo que a los actores les gustaría jugar más en la alfombra roja, pero les da miedo perder la posibilidad de conseguir un rol muy masculino. Lo he visto”.