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Una de nuestras obsesiones beauty es lucir una piel perfecta y aunque muchas veces es complicado, una rutina de belleza diaria puede conseguir que tu piel esté mejor que nunca.
Por eso, y porque los trucos nunca vienen mal, mucho menos en tiempos de cuarentena, hemos recopilado algunos tips que celebridades como Angelina Jolie, Jennifer Lopez, Kendall Jenner, Emma Watson, Nicole Kidman y Jennifer Anniston siguen para conseguir una piel perfecta.
Nunca limpiar la cara con agua caliente
El agua caliente lo que hace es eliminar la barrera de protección natural de la piel haciendo que se reseque. Incluso, te darás cuenta que después de una ducha de agua caliente la piel es muy seca. Lo mejor es hacerlo siempre con agua tibia.
No dormir maquillada
El ritual de la limpieza es básico para nuestro rostro por la mañana y por la noche. Lo ideal es que hagas una doble limpieza.
Empieza por retirar las impurezas con agua micelar para después hacer una limpieza más profunda con una leche o aceite desmaquillante. Leer también: Conoce la dieta de Kendall Jenner para mantener una figura envidiable
No usan todos los productos faciales que existen
Si conoces las necesidades básicas de tu piel, sabrás que tipo de productos debes usar. Por ejemplo, algunas famosas tienen en su lista básica un limpiador, un tónico y productos hidratantes.
La elección de la fórmula de cada producto dependerá de cómo tienes la piel: seca o hidratada.
(AFP)
Cuida tu piel desde el interior
Además de beber mucha agua para mantenerla hidratada, comen bien y sano. Consume los alimentos que contienen vitaminas y antioxidantes, los cuales son fundamentales para un estado óptimo de la piel.
No salen a la calle sin protección
Las celebridades no salen de casa, incluso en invierno, sin un factor de protección total y para los días de sol también se aplican protección solar.
Es cierto que tu piel debe absorber necesarias cantidades de vitamina C, pero siempre debes tomar el sol con protección y si vas a pasar el día en la oficina también usa protector, ya que la luz no visible que desprenden los ordenadores y móviles aceleran el envejecimiento de nuestra piel.