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El matrimonio Goñi Rojo, formado por Daniel Goñi e Isabel Rojo, tiene una larga tradición de practicar la charrería que les viene desde sus ancestros, y que, a su vez, han transmitido a sus hijos y nietos, quienes continúan practicando el deporte nacional.
Con motivo de las Fiestas Patrias, tuvimos una charla con esta pareja en el Lienzo Charro de Constituyentes, donde su familia pasa mucho de su tiempo.
“La tradición charra nos viene desde que estábamos chiquitos los dos. Aquí nos conocimos —yo fui reina de los charros —, aquí nos enamoramos y aquí seguimos muy felices”, dice Isabel, y añade, “la familia de Daniel es toda charra. Toda mi familia es charra y ahora nada nos da más orgullo a los dos que tener descendencia charra también. Tenemos tres hijos. Jorge, el más grande, tiene una hija, Isabella. Alejandro, tiene tres niñas hermosas: Alejandra, Valentina y Emilia. Y Daniela, que es la más chica, tiene tres hijos: Jorge, Rafaela y Jerónimo. Tenemos siete hermosuras de nietos”.
Los Goñi forman uno de los matrimonios más sólidos y entrañables del set social mexicano, siempre se les ve sonrientes y en armonía, al respecto de cómo se conocieron y enamoraron, Daniel relata: “La conocí aquí en el Lienzo Charro. Mis padres y sus papás han tenido una amistad muy entrañable, y bueno, yo la veía del tamaño de Valentina, muy pequeñita, pero luego se acortó la distancia y cuando eso sucedió, nos hicimos novios y muy pronto nos casamos porque ya teníamos mucho de conocernos. ¡Y la historia se repitió! Alejandro, mi hijo, conoció en la charrería a su hoy esposa, Miriam. De hecho, esto se ha repetido en varias ocasiones en la familia”.
Y entrando al tema de la charrería, a la pregunta de ¿qué se necesita para ser charro? Daniel responde “Se necesita tener ganas, corazón de sentirse mexicano. Uno puede portar el traje de charro con el mero hecho de sentirse mexicano. Ya para practicar la charrería, pues puede significar, claro, tener un caballo, aquí en el Lienzo se puede tener, aquí se puede practicar. Hay escuela de charrería para los niños y también para los adultos. Es un proceso como el de todos los deportes, en el que se va llevando al practicante o estudiante de la mano para que aprenda a montar, para que aprenda a lazar, a portar correctamente los atuendos charros”.
Al respecto de ese tema, Daniel se refiere al minucioso y espectacular trabajo que requiere un traje de charro: “Algo de lo que más distingue el traje de charro es el fino trabajo de los artesanos mexicanos porque tenemos los bordados, la pita de los cinturones, las hebillas, cuero, herrajes, el bordado de los sombreros. Hay mucha mano de obra artesanal”.
Daniel Goñi añade que esta artesanía es muy apreciada en todo el mundo, “como ustedes saben, cuando vienen a México, los tenistas quieren salir en la foto con un sombrero charro. Cuando vino su Santidad a México, le tocó a mi señora entregarle el sombrero de charro que portó para las fotografías. Es un gran símbolo que nos identifica, y además de que tiene un profundo simbolismo, el trabajo artesanal es muy bello”.
Isabel añade: “El colorido me fascina, porque es como México, y lo que dice Daniel, los trajes llevan muchas horas de trabajo artesanal, hecho a mano. Lo que más admiro es que se sepa vestirse correctamente de charro y portar con orgullo y tradición el traje”.
Entrando más al tema de la charrería y cómo se practica, Daniel comenta: “Hay reglas muy particulares, pero en esencia lo que pretendemos es dar un espectáculo que la gente, sin conocer tanto las reglas, que lo disfrute, que se deleite; hay música en vivo, música de mariachi. Es emocionante ver cómo en las charreadas, aquí en este lienzo, participan los niños, los jóvenes, los adultos, las mujeres. Las mujeres son la base en esta asociación.
“Yo creo que a mí de las cosas que más me gustan de la charrería, es la escaramuza charra. Ese ballet que hacen las mujeres a caballo. Creo que lo más hermoso es la mujer, y a caballo, pues todavía mucho más hermosa”, dice sonriendo.
“Acabo de tener la oportunidad de hacer una escaramuza con mis nietas y con mi hija” añade Isabel. “Fue una emoción y un orgullo increíbles, montar con mis niñas en una escaramuza, fue lo mejor que me ha pasado”.
Sobre si la charrería es un deporte popular, Daniel comenta, “la charrería, después del futbol, es el deporte que más tiene participantes registrados. Claro, en el campo es más fácil que tengan un caballo, en sus terrenos, en sus fincas, y lo practiquen. Un poco más difícil es que se practique en las ciudades. En el campo está más reconocido, más practicado, más visto. No hay tantos espectáculos como en la Ciudad de México, pero es más visto en provincia. Lo que queremos nosotros es que esta gran cultura siga prevaleciendo en las grandes ciudades, como la Ciudad de México”.
Sobre su origen, Isabel relata, “la charrería es una extensión de las faenas que se hacen en el campo y que hasta la fecha se siguen haciendo, aunque ahora también sea un deporte. La charrería empezó en los campos mexicanos y hasta ahorita, muchas de las suertes se hacen en el campo todavía.
A la pregunta de cómo van a celebrar el 15 de septiembre, Daniel responde: “Como siempre, vestidos de charros, celebrando a nuestro país. En época de pandemia, Isabel adornó una mesa a la mexicana, toda la familia nos vestimos de charros y aunque no pudimos acudir a ningún evento público, en la casa de ustedes, de la familia Goñi Rojo, todos dimos el Grito vestidos de charros, incluso mis nietos.
“Para este año, seguramente lo celebraremos en alguna fiesta pública, aquí habrá una fiesta en la sede donde hay antojitos mexicanos y la gente trae su bebida. Pensamos festejar este 15 como lo hemos festejado desde hace muchos años”, asegura Daniel. “Eso no lo podemos dejar”, dice Isabel, “es como nuestra Navidad. Nuestro 15 de septiembre es el orgullo de sentirse libres y, sobre todo, mexicanos”.
“Es la fiesta popular que más reúne a personas en el mundo” comenta Daniel, “no hay ninguna otra fiesta a la que presencialmente acudan tantas personas. En todas las ciudades de México, pequeñas y grandes, se celebra. En todas las embajadas, no hay otro evento cultural que más se festeje”.
Al concluir la charla, Isabel comenta: “Ojalá que se den la oportunidad de venir al Lienzo y ver una charreada. Van a ver que les va a fascinar y que aquí están abiertas las puertas para todo el pueblo mexicano”. Por su parte, Daniel concluye: “Ojalá que nos acerquemos más a nuestras tradiciones, porque no hay nada más importante que sentir el orgullo de tener este país. Todo tiene sentido si luchamos juntos por seguir engrandeciendo a esta nación llena de historia, esa es una de las misiones más importantes. Así que festejemos este año, con especial alegría por ser mexicanos y por querer un México mejor”.