La librería Gandhi de Miguel Ángel de Quevedo nació gracias al amor por los libros de Mauricio Achar, hijo de José Achar y Mazal Hamui, ambos inmigrantes de Siria. Achar tuvo la inquietud de difundir la cultura de una manera novedosa durante los años setenta y crear un lugar en el que le teatro, la literatura, la música y todas las expresiones artísticas estuvieran reunidas en un solo lugar y al alcance de cualquier persona.
De acuerdo con varias investigaciones, a Mauricio Achar le gustaba visitar todas las ferias del libro para obtener ejemplares únicos a bajos precios y venderlos en esta sucursal, que fue frecuentada por personajes como Ernesto de la Peña, Germán Dehesa, Jaime Sabines, Gabriel García Márquez y muchos otros literatos.
Mauricio Achar era un enamorado del conocimiento y la lectura. De acuerdo con una anécdota plasmada en "Entrepreneur", una vez atrapó a un joven universitario robándose varios libros pero en lugar de reportarlo a las autoridades, se acercó a él y le preguntó por qué se estaba llevando las obras de esa manera, el muchacho le dijo que eran para la escuela y que no tenía recursos, entonces, Achar le respondió: llévatelos y cuando termines tus estudios, me traes el título. El muchacho así lo hizo. "El robar alimento para el cerebro siempre es sumamente romántico… A Mauricio le gustaba, en el fondo, que le robaran libros", respondió al medio antes citado Alberto Achar Abadi, gerente de Mercadotecnia.
(El Universal)
Mauricio Achar viene de una familia dueña de una fábrica de pinturas llamada Colorama y, como es la tradición, sus padres esperaban heredar a su hijo lo que ellos habían construido pero su vida le tenía otro destino y, con él, se sumó su sobrino, quien es el actual director de Mercadotecnia de la cadena de librerías más importantes de México y parte de Latinoamérica. Las letras siempre lo tuvieron enamorado.
De acuerdo con el diario EL UNIVERSAL, la librería Gandhi de Miguel Ángel de Quevedo 134, en Chimalistac, fue fundada en 1971 por Mauricio Achar, y cerrará sus puertas por motivos económicos. Esta sucursal es el símbolo de la cadena de librerías y la que comenzó con el concepto de unir el arte, los libros, regalos y una buena taza de café. Actualmente, hoy la compañía vende sus textos a través de 44 tiendas y tiene pequeños departamentos en conglomerados como Walmart y Palacio de Hierro.
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Foto: El Universal
La sucursal abrió sus puertas después de tres de meses en medio de la pandemia por el Covid-19, pero debido a la crisis económica, se tomó la decisión de cerrarla. El recinto de Miguel Ángel de Quevedo fue conocida como la Gandhi Oportunidades y estaba dedicada a la venta de libros, discos y películas de saldos. En la página de la librería se lee un anuncio que dice “últimos días”, pues han comenzado a rematar los artículos y libros que aún conservaban tras la pandemia.
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Esa noticia ha dejado a varios conmocionados, principalmente a personajes del mundo de la literatura como Elena Poniatowska y Juan Villoro, quienes expresaron su tristeza al conocer la información. Villoro dijo a EL UNIVERSAL: “Es una noticia muy triste. La ‘vieja’ Gandhi fue un espacio esencial para mi generación. Estaba en la preparatoria cuando se inauguró. Los libreros eran estupendos lectores que te recomendaban novelas o ensayos según lo que habías comprado antes y fueron esenciales en nuestra formación. En el café reinventamos el país y el universo y asistimos a numerosas presentaciones de libros. Fue un espacio decisivo de la cultura de la letra. Espero que cuando el virus deje de ser una amenaza, la gente recobre el gusto de reunirse con libros de por medio y surja otro espacio digno de la inolvidable primera Gandhi”.