Muchas veces deseamos algo y nos cuesta trabajo concretarlo. Hoy te voy a compartir algunos tips de cómo he logrado esto y reconozco que es uno de mis talentos. Primero me gustaría hacer la diferencia entre manifestar y actualizar. “Manifestar” es mostrar o dejar ver una cosa. “Actualizar”, tomado de la filosofía aristotélica, es hacer real algo que está en potencia. Así, el Universo es el que manifiesta todas las posibilidades que puedes tener y lo que tú haces es actualizarlas, que es como “bajarlas” a esta realidad.
Lo primero que sugiero es que tengas claridad en lo que quieres actualizar en tu vida, ya sea un trabajo, una relación, cualquier cosa y que seas muy honest@ contigo para reconocer si de verdad estás dispuest@ a tomar cartas en el asunto para lograrlo. Tu disposición será como un imán que te guiará a rastrear todas las opciones que se te presenten. Ten en cuenta que la mayor parte de las veces las cosas no se muestran exactamente como tú las esperas.
¡Imagínate qué limitada es nuestra visión en comparación con todo lo que existe para ti! Y aquí ya viene lo que yo he hecho: una vez que tengo claro lo que busco, me imagino las sensaciones corporales, la alegría que me daría ya estar viviendo eso. Uso mucho mis sentidos: cómo huele, cómo se siente, qué escucho y eso es precisamente lo que voy a buscar. No es una forma definida, sino lo que se parece a ese “hoyito en la panza”.
Así es que he encontrado trabajos, mi casa, pareja, por ejemplo. El siguiente paso es buscar, investigar y esto puede ser muy divertido. Sobre todo hay veces en que se requiere salir de nuestra zona de confort. La magia la haces tú cuando sigues lo que deseas y no esperas que aparezca de la nada. Como dicen: “A Dios rogando y con el mazo dando”.
Recuerdo una vez en la que estaba buscando un trabajo y tenía muy claras las características de lo que quería: que estuviera cerca de mi casa, que fuera un aprendizaje continuo, que la oficina fuera iluminada e incluso con espacios al aire libre y que hubiera una cafetería que me encanta cerca (esto por diversión, lo pedí como una señal). Mis amigos se reían de mi, pero yo seguí adelante.
Fui a varias entrevistas y no lograba reconocer ese “click ”y finalmente encontré una opción que de momento sonaba absurda, yaque no había una vacante, pero me daban la oportunidad de entrar de freelance. La energía coincidía con lo que yo buscaba, aunque sin sueldo fijo. Aún así, seguí mi intuición y entré. Al mes se abrió un puesto nuevo que estaba mandado a hacer para mí. Y este es solamente un ejemplo, me ha sucedido muchas veces. ¿Estarías abiert@ a seguir ese saber, intuición o como quieras llamarle? ¿Cuánto te puedes divertir?