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Carlos Slim Helú es el hombre más rico de México y América Latina, de acuerdo con la lista 2021 de Forbes; según la revista, su fortuna asciende a 62 mil 800 millones de dólares y es la número 16 en todo el mundo, aunque la posición que ha ido ocupando en los últimos años en esta lista ha fluctuado.
Aunque descendió en la lista desde 2010 y 2013, cuando ocupó el primer lugar en el mundo, en todo este tiempo, no ha dejado de estar entre los top 20. A sus 82 años, y a pesar de haber anunciado su retiro en 2024, Slim no parece tener ningunas ganas de hacerlo, y, al contrario, se muestra igual de activo que siempre.
Desde hace unos años, Slim ha ido aumentando sus intereses en Europa, especialmente en España, aunque también tiene negocios en otros países del Viejo Continente. Hace unos días, se anunció que FCC, Grupo Fomento de Construcciones y Contratas, una empresa española de tratamiento de aguas y construcción cuyo accionista mayoritario es el magnate mexicano, hizo una oferta de compra del 24% de Metrovacesa, una inmobiliaria española de la que los bancos españoles Santander y BBVA poseen una gran parte.
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En un documento enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores española, se detalla que FCC hizo una oferta pública para adquirir 36.4 millones de acciones de Metrovacesa, a 7.8 euros por acción, es decir una transacción de cerca de 5 mil 560 millones de pesos.
Además de FCC, Slim es dueño de Telekom Austria que opera en ese país y en algunas regiones de Europa del Este; también posee la compañía inmobiliaria Realia Business, cuya sede se encuentra en España. Esta empresa desarrolla e invierte en inmuebles comerciales y terrenos.
Su entrada a la Madre Patria
Carlos Slim empezó a ser conocido en España en 2015, cuando se unió a la aristócrata, socialité, empresaria y filántropa española Esther Koplowitz, con 1500 millones de euros (más de 33 mil millones de pesos) para levantar FCC, que fuera la constructora responsable, en 1992, del primer tren de alta velocidad en España, el AVE que va de Madrid a Sevilla.
Entonces su nombre ya sonaba en la Madre Patria porque en 2012, él y Arturo Elías Ayub, su yerno, rescataron de la desaparición al equipo de futbol soccer Real Oviedo. Ese año, el equipo de segunda división de la liga española estaba endeudadísimo y próximo a desaparecer después de 86 años de existencia, y Slim era el hombre más rico del mundo.
Fue entonces cuando al periodista deportivo español de radio, Paco González, del programa "Tiempo de Juego", se le ocurrió llamarle a Arturo Elías Ayub --como broma-- identificándose como Emilio Butragueño. En la llamada, el locutor explicó que el equipo tenía una semana para reunir cerca de 2 millones de euros y le preguntó si no estaría interesado en adquirir acciones del equipo para rescatarlo de la bancarrota. Elías Ayub contestó, también en son de broma, "¡Listo! ¿dónde firmo?", pero después de la llamada, los aficionados del equipo lo bombardearon en Twitter con el hashtag #SOSOviedo.
Al día siguiente, según contó en el festejo de ascenso del club a primera división en 2015, tuvo una cena con su suegro y le comentó la broma y sus efectos; sorpresivamente, Slim le contestó "Tú éntrale, no puedes dejar morir a una afición así". El fin de la sorprendente historia es que el propio empresario invirtió 2 millones de euros en el Real Oviedo y se convirtió en su accionista mayoritario.
Algo parecido sucedió con Esther Koplowitz, quien buscaba un aliado para invertir en FCC después de que su hermana Alicia Koplowitz --una de las mujeres más ricas de España-- vendiera sus acciones. Hoy en día, Slim es dueño del 75% de FCC, de acuerdo con "Vanity Fair España".
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A través de esta empresa, poco a poco ha ido aumentando sus intereses en compañías españolas dedicadas a la infraestructura y bienes raíces, especialmente la inmobiliaria Realia. Slim ha seguido en España el mismo camino que en México, invertir en tiempos de crisis y sanear empresas en problemas, lo cual, hasta ahora, le ha dado muy buenos resultados.
De seguir como va, es probable que Grupo Carso, su negocio familiar, siga invirtiendo fuerte en Europa ¿será que el ingeniero se nos va para España?