El director Carlos Cuarón. (Foto: Cortesía)
Ir al dentista casi siempre es una tortura, pero, sin duda, es un mal necesario, porque al final de tu tratamiento terminarás sintiendo un gran alivio. Un poco es este tema el hilo conductor de "Amalgama", la nueva película del director Carlos Cuarón, director de "Rudo y Cursi" y "Besos de Azúcar" y guionista de las exitosas "Solo con tu pareja" e "Y tu mamá también", que obtuvo el León de Plata al mejor guión en el Festival Internacional de Cine de Venecia y que estuvo nominado al Óscar en la misma categoría.
"Amalgama", que será estrenada en salas nacionales de cine el próximo 9 de diciembre, es una comedia de humor negro en la que cuatro dentistas, tres hombres y una mujer, se encuentran en un congreso en la Riviera Maya. Ellos la desean, pero ella tiene algo más en mente. En la trama, pasan juntos un fin de semana de celos, envidia y excesos en la espectacular casa del amigo de uno de ellos, en una pequeñísima isla del Caribe mexicano. Este par de días marcará sus vidas para siempre y se convertirán en tremenda catarsis para todos. Los dentistas son protagonizados por la actriz peruana Stephanie Cayo (Helena Durán); el mexicoamericano Tony Dalton (Saúl Bravo); el actor colombiano Manolo Cardona (Chema Gómez); y el mexicano Miguel Rodarte (Hugo Vera).
En conferencia de prensa, se reunieron el director y los protagonistas del filme, para hablar sobre lo que puede esperarse de "Amalgama", cuyo slogan es "el amor es un dolor de muelas". Carlos Cuarón inició la plática comentando que la idea para la película le vino en una visita a las Islas del Rosario, durante un viaje al Festival de Cartagena (Colombia) donde conoció a Manolo Cardona y a sus hermanos, quienes lo invitaron a pasar un día en una de estas islas. "Me la estaba pasando tan bien en la isla y con los amigos que pensé 'yo tengo que hacer algo acá' " comentó, "al final no hicimos ahí la peli, pero regresamos esa misma tarde a Cartagena y ya tenía el concepto: Cuatro seres humanos frotando sus egos y resolviendo dramas personales, encerrados en una pequeña isla".
Poco después, el director se enfrascó en la filmación de "Besos de Azúcar", pero al concluirla, se reunió con Luis Usabiaga para darle forma a la historia, la cual, por cierto, acaba de obtener el galardón al mejor guión en el Festival de Cine Iberolatinoamericano de Trieste, hace apenas unos días.
"Cuando tuve el guión me puse a hacer el casting y encontré a estos cuatro maravillosos actores, y, en cuanto entraron cada uno al lugar donde lo hicimos, supe que ellos eran el personaje. Hacía mucho que no veía a Manolo y cuando lo vi, supe que era el Chema perfecto --lo increíble es que primero lo jalé como actor y luego se sumó como productor de la película--; con Miguel y Tony el proceso fue más largo porque se tuvieron que acomodar las fechas, y Stephanie fue un angelito que cayó del cielo, primero mandó un video sin dirección que la verdad no estuvo muy bueno (ríe), pero luego viajó a la CDMX donde hizo un casting serio con Manolo y de inmediato me di cuenta de que tenía todos los ingredientes para hacer la Helena maravillosa que ejecutó".
"Fue un rodaje de siete semanas, cuatro en la reserva de la biósfera de Sian Ka'an, en Quintana Roo, donde está la casa, y tres en la República Dominicana, en Las Terrenas, que es un paraíso y en la ciudad de Santo Domingo, que es hermosa. Fue un rodaje muy intenso, como todos los rodajes, pero nos la pasamos bomba", añade Cuarón.
Dolor con humor
Por lo que respecta al mensaje de la película, Manolo Cardona comenta: "Yo creo que se trata de vencer el miedo de enfrentarte a ti mismo y a tus demonios, llámese una situación determinada o algún rasgo de tu carácter. Los cuatro personajes transitamos cada uno con su propio dilema, y cuando estamos en esta isla nos damos cuenta de que la única manera de superarlo es enfrentar el problema, uno con su matrimonio, otro con su pareja, uno más con su mamá... en fin. Para mí, lo más padre de la película, es que nos impulsa a poder decirle a la gente las cosas a tiempo, que podamos frenar los problemas a tiempo. Cuando las hablamos y ponemos un punto y aparte en la situación de cada uno, creo que se abre una nueva vida para todos los personajes, hay una liberación. Creo que también es una invitación a que nos liberemos de todos nuestros prejuicios y decirle a la gente lo que le queremos decir, sin miedo al no, al sí, al rechazo, a la pérdida, al volver a nacer".
A la pregunta de cual fue el mayor reto al filmar esta película, Stephanie Cayo comenta que fue, sobre todo, la forma de filmarla. "Hacíamos, literal, una escena al día, ensayábamos durante el día y filmábamos en la noche y era un proceso bastante agotador", dijo, con lo que coincidieron el resto de sus compañeros de reparto. Sobre el tema, Miguel Rodarte comentó: "La manera en la que está filmada la película requería de un ensamble actoral, y como son puros planos secuencias, había toda una danza entre el crew y nosotros para lograr cada una de las escenas. Hay secuencias que son de hasta seis minutos o más, sin cortes. La narrativa recaía mucho sobre nuestra interpretación y creo que eso es uno de los principales retos que vivimos, pero esta forma de filmarla forma parte del lenguaje de la película". Casi se trató de una puesta en escena teatral, a decir de Manolo Cardona.
Entre amigos
Casualmente, los tres actores masculinos son amigos de años, se conocen muy bien y esto les permitió crear una ambiente de trabajo mucho más relajado. "No fue algo planeado" dice Miguel Rodarte, "Carlos nos eligió de manera aislada sin que supiera que tenemos tan buena relación por muchos años y funciona muy bien, porque se transmite en la pantalla en los momentos en los que se tiene que transmitir este vínculo entre los cuatro y, evidentemente, eso también hizo que el rodaje fuera más armonioso, más personal de alguna manera".
Ante el cuestionamiento de porqué eligió hablar sobre el dolor con humor, Carlos Cuarón respondió: "Ése era el chiste, el reto. En lo que yo he hecho siempre he navegado entre opuestos, entre lo rudo y lo cursi, entre la infancia y Tepito, y ahora se trata de navegar entre algo que queremos evitar todos los días, que es el dolor, y darle sentido del humor para poderlo navegar de una forma más amable. Fue como un acto de equilibrista, y también muy gozoso, porque Luis Usabiaga y yo nos divertimos mucho buscando ese equilibrio entre el dolor y la comedia".
Sobre los retos de las locaciones, Tony Dalton asegura que fue un gozo trabajar en la playa y, sobre todo, acompañado de amigos. "El reto es el mismo de siempre, hacer bien tu trabajo, pero así que digas, '¡Qué horror trabajar en una playa filmando!' pues para nada, al contrario, qué maravilla estar con tus amigos filmando en una playa paradisiaca y haciendo una película que te gusta; siento que el resultado ahí se ve", comenta. Por otra parte, todos coincidieron en que las escenas filmadas en una lanchita, en las que tenían que estar muy alejados del resto de la producción --solo comunicados por radio--, y enfrentando olas enormes en una embarcación bastante frágil, además de las escena de lluvia, fueron las más complicadas de hacer, "pero de ahí p'al real, estábamos en puros paraísos", dice Miguel Rodarte. "Parte de la idea era hacer que los personajes se enfrentaran a sus problemas estando en un paraíso, por eso este contexto está tan presente", añade Cuarón.
La colaboración de Mateo
Mateo Cuarón, hijo de Carlos, es cantante y compositor y, escuchando una conversación entre su padre y Luis Usabiaga sonbre el guión, compuso la canción "Inland", que posteriormente enviaría a su padre y que fue utilizada en la filmación. A la pregunta de si piensa incluir otras composiciones de Mateo en sus futuras películas, Cuarón respondió: "Claro, de hecho, la colaboración con Mateo inició con "Besos de Azúcar" en la que incluí dos de sus rolas, pero que se oían lejos, como música ambiental. En esta ocasión fue muy distinto porque él me regaló la canción y en cuanto la escuché, supe la escena en la que debería ir, que es la que llamamos 'Amalgama Big Bang', que es cuando bailan Stephanie y Miguel. Y en la postproducción le pedí una más para el coctel donde se reúnen los dentistas y me hizo el enorme favor. Por supuesto que seguiré colaborando con él, si se deja ¿por qué no aprovechar el talento familiar?".
La película ha sido invitada a muchos festivales tanto en América Latina como en Europa y Asia. "En Europa va a estar en Toulouse, entre otros, además de que ya estuvo en Trieste, va a estar en la India y va a seguir viajando, también en Estados Unidos", comenta Cuarón.
Para finalizar, Miguel Rodarte dijo: "Yo les recomiendo que vayan a verla al cine, es una película que debe verse en cine por la forma en la que está filmada y actuada y por los escenarios, y es una película que, sin duda, los va a entretener."
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