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La de Alexander Acha es una historia definida por un profundo legado musical que le viene de familia, pero que él mismo se ha encargado de revestir con ardua y constante preparación y sobre todo con determinación por construir sus éxitos por mérito propio.
Hace casi 15 años, cuando debutó con su primer álbum titulado “Voy” – mismo que le valió un Grammy Latino como Mejor Nuevo Artista –, no fueron pocos los que lo compararon con su padre – el cantante mexicano e ícono de la música, Emmanuel –, ni quienes lo subestimaron e incluso se aventuraron a predecir una carrera de “one-hit wonder”.
Si ese hubiera sido el caso, con su primer sencillo “Te amo”, al menos ya hubiera conseguido lo que define como una de sus mayores metas: “Formar parte del soundtrack de la vida de las personas”. Sobre este tema musical, 28 millones de reproducciones – y contando – tan sólo en YouTube, dan fe del gusto del público por el arte del cantautor.
En los últimos meses el intérprete de “Amiga”, “Gracias”, “Eres tanto y “Amor sincero”, ha elevado el tono de voz y muchas veces perdido los estribos – como el mismo reconoce – impulsado por su sentido de la justicia.
Su participación como director del reality musical de TV Azteca, La Academia, le abrió una ventana importante para potencializar el mensaje de trabajo en equipo y respeto que hoy mantiene con congruencia en cada área de su vida.
Sobre los hombros del intérprete reposan muchos roles: Hijo, hermano, esposo, padre de familia, amigo y filántropo – recientemente fue anunciado como el primer embajador mexicano del programa Elegido de World Vision México, sumándose a la causa para la transformación de la niñez y adolescencia de nuestro país –.
Haciendo un repaso de lo que lo motiva como artista, hasta lo que lo impulsa como ser humano, sus hobbies e incluso algunas de sus debilidades, Acha abrió su corazón a VIP.
(Foto: Especial)
¿Dirías que ya eres un hombre y un artista consagrado?
Estoy en proceso. Profesionalmente me falta cumplir muchísimas cosas para consolidar mi carrera. Me faltan éxitos, conciertos, giras y colaboraciones porque las carreras de los artistas se basan justo en eso y creo que lo que te da permanencia, pero sobre todo trascendencia, en la cultura y en los corazones de la gente, es la constancia y siempre estar buscando regalar belleza a través de la música. El trabajo de un cantante o de un compositor como yo, es que nuestros temas se vuelvan parte del soundtrack de la vida de las personas.
Aunque sigo siendo joven, ahora me siento mucho más maduro. Tengo cierta experiencia con la que puedo conducirme mejor y no regarla tanto como pasa cuando estás más chavo. Ahora tengo más autoconciencia, más tablas y se vuelve más fácil acertar en las decisiones que tomas en tu carrera y en tu vida.
¿Entonces al principio de tu carrera se te subió la fama a la cabeza?
Algo hay de cierto. La verdad es que alcancé el éxito muy rápido y en grandes proporciones. No voy a mentir, sí hubo momentos en los que perdí el piso. No estaba preparado para ese nivel de fama y eso me fomentó el espejismo de que eres muy fregón, que sabes totalmente lo que estás haciendo, que no necesitas que nadie te diga nada o te ayude.
Con el paso del tiempo te das cuenta de lo equivocado que estás. Ahora sé que, como líder de un proyecto, debo trabajar con humildad, agradecimiento y siempre en equipo para que, cuando llega el momento de recoger los frutos, no cometas el error de auto sabotearte con impulsos, arranques o desplantes que en momentos hacemos los artistas como parte de un ego mal entendido.
¿Tomaste eso en cuenta, ahora en tu figura de director de La Academia, para defender y aconsejar a los participantes?
Soy apasionado, idealista y me inspira la justicia. Para mí, el trabajo en equipo, la camaradería, el compañerismo y la solidaridad significan mucho.
Siempre me ha indignado el abuso, la injusticia, la hipocresía, la traición y el bullying. De niño, cuando veía que molestaban a alguien siempre me metía para defenderlo. Con los alumnos de La Academia me lo tomé muy en serio y por eso intervenía en aquellos momentos en los que su esfuerzo no se tomaba en cuenta o algo se sacaba de contexto.
Estamos hablando de algo tan importante como el futuro y las carreras de personas con sueños. No de cuánto sabía Lolita o si yo tenía la razón. No se trataba de eso, sino de estar al servicio de algo, en este caso de formar a jóvenes talentos.
(Foto:Instagram)
¿Esa es una postura que adoptas en todas las áreas de tu vida?
Sí, yo soy así en general. Si se meten conmigo tal vez me de igual, pero si atacan a alguien que quiero ahí es donde brinco. Soy un hombre de honor, creo que eso es importante en la vida. No debemos permitir que alguien venga y humille, y menos en un programa que tiene una dinámica pública. Tiene que ver con el mensaje que le queremos transmitir a la gente.
La Academia es un show con un gran nivel de penetración en los hogares y el corazón de los mexicanos. Ningún crítico debería buscar que se rompa esa armonía. Los consejos y críticas constructivas son otra cosa. Siempre es posible construir con las palabras cuando existe una línea de mesura y respeto. Como figuras públicas tenemos que ser considerados, corteses, bien intencionados y benevolentes para lograr inspirar los sueños de mucha gente.
¿Sufriste bullying alguna vez?
¡Claro! Me atrevería a decir que todos o muchos de los que somos hijos de figuras públicas hemos sufrido bullying. Además súmale que soy güerito, pues más.
¿Te sientes satisfecho con el trabajo que hiciste en el reality?
No voy a mentir, no soy perfecto, ni lo hice perfecto. Hay cosas que pude haber hecho mejor. Es importante darse cuenta y asumirlo. Esos momentos en los que me alteré o apasioné de más o en los que no dije las cosas de la mejor manera, ahora son lecciones aprendidas.
Recientemente te sumaste como embajador a la campaña Elegido de World Visión México ¿Qué te motivo?
Desde hace tiempo tenía la inquietud de ayudar y sumarme a una campaña que favoreciera a la felicidad, dignidad, buen desarrollo y protección de los niños. Ser padre de familia me ha sensibilizado mucho a las necesidades de la infancia. Cuando uno crece se le olvida lo que sentía cuando era más joven, pero tener hijos hace una licuadora muy grande entre lo que viviste y lo que eres hoy.
Me dolió ver la grave realidad de la explotación sexual infantil y trata en México y como el país forma parte de un círculo terrible con Estados Unidos. Cuando World Visión México me invitó a formar parte de esta campaña en la que realmente se hacen trabajos en pro de los niños y niñas, a mi alma le cayó como anillo al dedo. Sumar mi voz, popularidad, energía y apoyo a algo tan importante como cambiar la vida de un niño lo significa todo para mí.
Por favor todos pongamos de nuestra parte para erradicar esta terrible realidad. Quiero invitar a las personas a que se sumen como voluntarios y que por favor juntos cambiemos la historia de los niños.
¿Qué le dirías a la gente que ignora este fenómeno?
Es inaceptable que siendo un país eminentemente católico, con fe y con valores tan profundos; que siendo un pueblo de familia, seamos parte del problema.
En México no somos como en otros países donde los miembros de una familia andan cada uno por su lado. Creo que a toda esa gente que siente que no ha encontrado su misión y propósito en esta vida, y no hablo solo del propósito humano sino incluso del profesional, aquellos que no se sienten plenos, rayados y emocionados con lo que hacen, que abran los ojos y ayuden.
El grito de auxilio de las víctimas puede ser lo que están buscando para que su corazón se encienda. Conozco mucha gente que está bien, entre comillas, pero que cuando se suma a estas causas encuentra el camino para cambiar el curso de su vida.
Me imagino que esta situación te conecta con tu papel de papá ¿Sientes que en ese rol estás haciendo un buen trabajo?
Te dejas de preocupar por un hijo el día que te mueres. La verdad no me siento para nada consolidado como padre porque la familia es un ente vivo que siempre está cambiando. Los hijos van creciendo y tal vez sean menos dependientes, pero no dejan de necesitar compañía, apoyo, consejo, de tu oído, de tus abrazos y consejos. En muchos sentidos sigo madurando como papá.
¿Y cómo esposo?
María y yo estamos en un momento de transición en nuestro matrimonio. Un buen momento. Los primeros 10 años de casados son los más difíciles porque son en los que se establecen dinámicas, límites y en los que te conoces a fondo y defines cómo apoyar las debilidades, fomentar las fortalezas, reconciliarte con los defectos y exaltar las virtudes de tu pareja. Estamos cumpliendo justamente 10 años y eso marca la entrada a una nueva etapa de más paz en nuestro matrimonio donde todo fluye con más naturalidad.
¿Estás en esa edad en la que te comienzas a replantear cosas?
Estoy pasando por un momento de madurez de fe donde tengo una mayor confianza en lo que Dios me envía y pide. Confío en sus planes y lo que tiene preparado para mí. Trato, desde mi condición de ser humano, de entender qué es lo que espera de mí. La vida es como un camino que recorremos sin GPS a la mano y en el que te puedes desviar y sentir perdido en más de un momento, pero hay una fuerza siempre presente que te redirecciona si estás dispuesto a escuchar.
Cuando uno busca la verdad, lo correcto y lo justo en la vida, Dios te ubica en el camino adecuado. Con mi familia, mis papás, mis hermanas, estamos en un momento muy bonito de unión familiar muy fuerte.
¿Tus papás cómo te perciben ahora?
Mis papás me ven más maduro, responsable, consciente de lo que tengo en las manos y lo que me estoy jugando. Yo siento a mis papás orgullosos de mí y contentos por la buena respuesta que estoy recibiendo de parte del público.
¿Qué opinó tu papá sobre tu participación en el reality de TV Azteca?
Se puso nervioso cuando le conté que iba a ser director de La Academia porque para él no es algo común. Para él un artista es un personaje mucho menos expuesto. Antes no había redes sociales y fuera de las presentaciones, podían llevar una vida un poco más privada, por así decirlo.
¿En qué momento te relajas?
Tengo mis hobbies y mis momentos de desconexión muy cañones. Mis vacaciones son sagradas. Soy determinante cuando las tomo, me desconecto cien por ciento para poder disfrutar de mi esposa y mis hijos.
Los fines de semana son momentos de relax para mí. Amo ponerme la pijama, agarrar un gran bowl de papitas y ponerme a ver series o lanzarme al cine y pedir el combo más grande de palomitas para ver una buena película. Me gusta salir con amigos, tomarme un whisky, jugar poker o juegos de mesa. Me gusta leer y sobre todo disfruto mucho las comidas con mi familia.
Por lo que compartes en redes, se nota que te mantienes en forma ¿cómo le haces con tanto trabajo y compromisos?
Para mí entrenar es parte de mi rutina diaria, un proceso más de mantener la disciplina. Soy muy bien portado con mi alimentación pero, además, me gusta mucho hacer actividades al aire libre con mis hijos. Eso me recarga de mucha energía.
¿Qué viene en el futuro para tu carrera?
Estoy trabajando en unas colaboraciones a dueto que están a muy poco de salir. Voy a anunciar una nueva gira de conciertos y una adicional en la que voy a integrar a otros artistas. No puedo contar mucho, pero se vienen sorpresas.