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Este domingo se transmitió en Estados Unidos la esperada entrevista que realizó Oprah Winfrey a los todavía duques de Sussex, el príncipe Harry y Meghan Markle, la cual ha cimbrado al mundo entero, especialmente al Reino Unido, por las muy fuertes declaraciones de racismo y maltrato que la pareja realizó sobre su vida como miembros de una de las casas reales más influyentes no solo de Europa, sino del mundo entero, los Windsor.
Desde los inicios de su noviazgo, Meghan y Harry han estado bajo el escrutinio público, protagonizando en más de una ocasión, episodios que han marcado su relación.
Así que, a propósito de la recién transmitida entrevista, hoy recordamos algunos momentos clave de esta polémica pareja real.
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Cita a ciegas
Como si se tratara de una película romántica de Hollywood, Meghan y Harry se conocieron por una amiga en común, quien se supone fue Violet Von Westenholz, aunque nunca se ha confirmado, quien fue la responsable de organizar una cita a ciegas para que ambos se conocieran.
Violet es hija de Frederick Patrick Piers von Westenholz, amigo del príncipe Carlos, padre de Harry. Se ha desempeñado como agente de relaciones públicas y conoció a Meghan cuando se desempeñaba como directora de RP de Ralph Lauren en Londres, cuando la firma patrocinó y vistió a la actriz durante su participación en la serie "Suits".
Se sabe que, tras varios intentos fallidos de Harry por conseguir pareja, pidió a sus amigos que le ayudaran a conseguir citas y que le presentaran amigas para conocer y salir. Fue ahí que, supuestamente, Violet sugirió organizar esta salida en 2016.
Luego de aquella cena veraniega en el restaurante Dean Street Townhouse, la pareja mantuvo una relación a distancia, él en Reino Unido y ella en Estados Unidos, donde seguía trabajando como actriz, y coincidían eventualmente en ciertas citas o compromisos mutuos, como en los Juegos Invictus, que fue la primera salida oficial de la pareja, que confirmaba su relación al aparecer tomados de la mano.
Compromiso real
Luego de un año y medio de noviazgo, el 27 de noviembre de 2017, Harry y Meghan hicieron oficial su compromiso de matrimonio. A través de un comunicado de prensa emitido por Clarence House, se anunciaba que el hijo más pequeño del príncipe Carlos, de 33 años, y la actriz, de 36, se comprometían en matrimonio.
Ella renunció a su carrera como actriz y dejó de participar en la serie "Suits", donde era una de las protagonistas. Cambió su residencia y se mudó a Londres. La pareja comenzó a vivir en Nottingham Cottage, residencia oficial del príncipe Harry, muy cerca de William y Kate Middleton, duques de Cambridge, quienes viven en el Palacio de Kensington con sus tres hijos.
El anunció vino acompañado también con imágenes de la pareja, en la que ella mostró al mundo su espectacular anillo de compromiso en oro amarillo, que incluye un diamante al centro originario de Botsuana, adornado por dos más, de menores dimensiones, que pertenecieron a una joya de la fallecida Diana de Gales.
La boda de cuento de hadas
El 19 de mayo de 2018, Meghan y Harry se juraron amor eterno en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor, ante la mirada de 600 invitados convocados a la boda y millones de espectadores que siguieron la transmisión en vivo. Entre los asistentes se encontraban familiares, amigos, invitados reales, artistas, celebridades, deportistas y miembros de asociaciones benéficas.
Ella lució un vestido Givenchy de la diseñadora Claire Waight Keller, en seda, blanco, de cuello barco y velo transparente con bordado de organza. De accesorios, eligió la tiara Bandeau en platino y diamantes, que en un principio le perteneció a la reina Mary de Teck y que años más tarde pasó a ser propiedad de la reina Isabel II, elaborada en pavé de diamantes y un broche desmontable al centro.
De los momentos más polémicos del enlace se encuentra que durante sus votos matrimoniales, Meghan no incluyó la “obediencia” a su futuro esposo, tal como lo hiciera en su momento Diana de Gales y Kate Middleton. Además, se incluyó un coro góspel a petición de la novia.
Durante la celebración eucarística, oficiada por el reverendo David Conner y el arzobispo de Canterbury Justin Welby, Meghan recibió un anillo de oro de Gales, obsequio de la reina Isabel, y Harry una argolla de platino, firmados por Cleave and Company.
El esperado embarazo y el nacimiento de Archie
Luego de la boda, los apostadores ingleses barajeaban las probabilidades sobre la fecha en la que la pareja anunciaría su primer embarazo. La fecha llegó más pronto de lo esperado. Apenas a 12 semanas del enlace matrimonial, la joven pareja confirmaba la noticia. Aunque mucho se había especulado que ambos se encontraban ya en la dulce espera para cuando se realizó la boda de la princesa Eugenia y Jack Brooksbank, ambos decidieron reservar y confirmar la noticias para poco después.
El día elegido por ambos fue mientras volaban a Sidney, en la primera escala de su gira por Australia, Nueva Zelanda, Fiji y Tonga, donde revelaron al mundo que esperaban a su primer hijo en común.
Aunque en términos generales el embarazo transcurrió de manera normal, la agenda de la pareja se modificó conforme pasaron los días, por motivos de cansancio de Meghan.
Finalmente, el 6 de mayo de 2019 nació el primer hijo de la pareja, el pequeño Archie Harrison Mountbatten-Windsor, en Portland Hospital en Londres, cerca de Westminster, según se leía en el certificado.
El nacimiento de Archie no fue ajeno a los escándalos. La polémica llegó un mes después cuando se comprobó que el acta del pequeño había sufrido algunas modificaciones, específicamente en los nombres de los padres. Originalmente, el documento nombraba a la madre como “Rachel Meghan, Su Alteza Real la Duquesa de Sussex” y fue cambiado sólo a “Su Alteza Real la Duquesa de Sussex”. En cuanto al padre, se agregó el título de ‘príncipe’, quedando como “Su Alteza Real el Príncipe Henry Charles Albert David, Duque de Sussex”.
El cambio trajo consigo una serie de especulaciones contra la pareja, especialmente hacia Meghan. Finalmente, Palacio tuvo que intervenir y salir a desmentir los rumores que acusaban a la exactriz sobre la modificación hecha en el certificado. En el comunicado, se explicaba que: “El cambio de nombre en el documento de 2019 fue dictado por el palacio. No fue solicitado por Meghan, la duquesa de Sussex, ni por el duque de Sussex”, confirmando que fue ella quien deseaba que su nombre no apareciera en la partida de nacimiento de su hijo, tal como en su momento lo hiciera Diana de Gales con sus dos hijos.
La renuncia a la familia real
A pocos días de haber recibido el 2020, la pareja protagonizó uno de los escándalos reales más polémicos de los últimos años. Meghan y Harry anunciaban que se apartaban de la Corona, lo que significaba dejar de usar su título de alteza real de la monarquía británica y que dejarían de recibir financiamiento público, mismo que es distribuido y asignado por la monarca, Isabel II.
Harry, además, perderá su título de capitán general de los Reales Infantes de Marina, dejará de ser comandante de las Fuerzas Aéreas Reales y su puesto de embajador de la juventud de la Commonwealth, por lo que también dejarán de representar a la corona y, por su puesto, a la reina.
Tras el anuncio, la pareja ha comenzado a emprender nuevos proyectos para generar recursos, entre ellos, el haber firmado un millonario contrato con la plataforma de streaming Netflix para producir contenido propio; uno más reciente con Spotify, para protagonizar sus propios podcasts o el pago por la entrevista del fin de semana otorgada a Oprah, por lo que se estima recibieron un cheque de 7 millones de dólares.
Un nuevo embarazo
Otro momento clave que ha protagonizado la pareja fue el anunció de la pérdida de su segundo hijo. La noticia fue revelada por la propia Meghan, a través de una columna que escribió para el "The New York Times", en el que relató que sufrió un aborto espontáneo en julio del año pasado.
“Después de cambiarle el pañal (a Archie), sentí un fuerte calambre. Me dejé caer al suelo con él en mis brazos, tarareando una canción de cuna para mantenernos a ambos tranquilos, la alegre melodía contrastaba con mi sensación de que algo no estaba bien. Sabía, mientras abrazaba a mi primogénito, que estaba perdiendo al segundo”, escribió Meghan en el texto "The losses we share" (Las pérdidas que compartimos).
De acuerdo con la exactriz, este relato busca sensibilizar al público sobre esta situación que es más común de lo que cree y se expone. Afortunadamente, este hecho ha quedado en el pasado, pues la pareja recientemente anunció que se encuentra en la dulce espera de su segunda hija, de la que se sabe nacerá en Estados Unidos, país en el que se encuentran radicando luego de haberse alejado de la monarquía británica.
Las revelaciones hechas en la entrevista que dieron a Oprah, según se ha comentado, tendrán aún más consecuencias que la famosa entrevista de Diana con Martin Bashir, de la BBC.
Gurú:
Tengo una boda de estas que se usan ahora en la pandemia, de muy poquita gente. Estoy pensando en comprarme un jumpsuit para ir ¿tú lo ves como buena opción?
Fernanda
Hola, Fernanda:
Creo que pasa lo mismo que con los vestidos, desde luego que es una buena opción, pero tiene que ser 100% adecuado a la ocasión. Eso sí, toma en cuenta que, en general, los monos o jumpsuits tienden a ser más informales que los vestidos, así que tendrás que "subirle un poco el volumen" al que uses --sobre todo si la boda es de día--, a riesgo de verte demasiado casual. Elige un material lujoso como satén, seda o crepé de seda y accesorios que lo eleven. Si es de noche, considera adornos como pedrería, encaje y/o brillos para hacerlo más elegante. Desde luego, los accesorios y lo zapatos son un elemento clave, un par demasiado informal puede arruinar todo el look, ponles especial atención.
Besos de Gurú, XOXO