En un país con tanta diversidad gastronómica, ¡no hay septiembre sin pozole! Su historia se remonta a ceremonias prehispánicas donde supuestamente se preparaba con carne de inmolados y maíz cacahuazintle. Su nombre, de origen náhuatl, significa “espuma”. Porque cuando se ponen a cocer los granos de maíz en agua con cal para perder la cáscara fibrosa que los cubre, se abren como una flor y da una apariencia de espuma. Una vez listo el maíz, se agregaba caldo con carne.
El carácter del platillo era ceremonial. Sólo los sacerdotes aztecas del más alto rango podían consumirlo. El emperador, únicamente en ocasiones muy especiales, como en algunos festejos religiosos.
En “Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España”, Bernal Díaz del Castillo narra: “Se cuenta que Moctezuma come carne humana, pero yo nunca lo he visto”.
Fray Bernardino de Sahagún relata en “Historia General de las Cosas de la Nueva España”, que la ofrenda humana era preparada para y durante, las ceremonias al Dios Xipe Tótec. Deidad azteca de las cosechas y la primavera, salud, abundancia, riqueza y amor. También menciona que al emperador Moctezuma se le servía con el muslo acomodado de algún prisionero sacrificado. Otras versiones señalan que la carne era de perro Xoloitzcuintle. Un canino de altísimo valor histórico en nuestro país. Obviamente la receta se ha ido adaptando a nuestras creencias y gustos. Hoy se prepara con carne de cerdo o pollo y se adereza con lechuga, cebolla, orégano, limón, rábano, chile y tortillas tostadas. Verde, blanco o rojo… colores que tiñen nuestra bandera y nuestra cocina. Sentimientos patrios de esperanza y unión. El pozole es en realidad un platillo fúnebre. Se consume como reconocimiento a la muerte. El cierre de un ciclo que le abre la puerta a la vida eterna.
Pozoles que no te puedes perder:
1. El Pozole de Moctezuma. Estamos acostumbrados a buscar restaurantes que se anuncian fastuosos en la planta baja. En esta ocasión te recomiendo buscar “Pozole” en el timbre del Edificio Moctezuma 12E de la colonia Guerrero. Desde 1947 se sirven diferentes tipos de pozole con un chorrito de mezcal.
2. Los Tolucos. Una fonda sencilla que sirve muy buenas carnitas de cerdo, carnitas de pollo, patas de cerdo en vinagre, pero sobre todo un pozole realmente excepcional. Verde o blanco, de maciza, surtido o de cabeza; el sazón final se lo pondrá uno con el orégano, limón y piquín. Juan E. Hernández y Dávalos 40 Col. Algarín
3. Casa Licha. Famosa su maravilloso pozole desde 1960. Calzada Acoxpa 457, Villa Lázaro Cárdenas, Tlalpan. Teléfonos: 5539-1325