La mayoría de las veces tenemos muchas ganas de hacer algo, pero desistimos pensando: “No tengo tiempo” o “Si tuviera dinero…” Puede ser que en este preciso momento de tu vida, efectivamente, tus actividades y economía no te lo permiten.
Alguna vez me dijo un maestro que sólo somos administradores de estos regalos: tiempo y dinero. Si lo entendemos así, está en nosotros el decidir la manera en la que los utilicemos.
Como dice el dicho “querer es poder”. Y tal vez solamente estamos usando pretextos para dejar de alcanzar estas metas.
Yo me he encontrado en esa situación: desde chica, siempre me han llamado la atención distintas actividades y las he realizado una por una en épocas distintas y “sacrificaba” una por la otra por el tema de falta de tiempo. Hace dos años decidí realizar mi sueño y concretar el proyecto de “En mi mejor versión” y dedicar mi vida a hacer todo lo que me gusta: estudiar, escribir, dar clases, terapia, seguir en ventas, entre otras cosas. A los pocos meses fue una realidad y hoy por hoy hago más actividades personales y profesionales que nunca antes. Se trataba de un deseo que provenía de mi alma y todo se acomodó, organicé mis horarios, hice una planeación y cada vez que surge algo nuevo, parecería que el tiempo se hace elástico.
Hace poco, platicando con una amiga me dijo: “Si tuviera dinero, me dedicaría a estudiar”. Y le pregunté: “¿De qué manera lo podrías hacer hoy con los recursos que cuentas?”. Se acordó que alguna vez le había comentado a su jefe la inquietud que tenía de hacer una maestría y le planteó una opción, a lo cual él le dijo que le parecía una muy buena idea para enriquecer el trabajo que ella hace y que buscarían los medios para que fuera a capacitarse en el extranjero. ¡Justo lo que ella quería!
¿Qué pasaría si te dieras una oportunidad de hacer lo que esté en tus manos para cumplir tus sueños? Escucha a tu corazón y date cuenta de hasta qué punto estás poniendo excusas y postergándolo. Haz un inventario de tus talentos, habilidades, recursos y platica a los demás lo que quieres, nunca sabes por dónde te va a llegar el apoyo que requieres. Planea, adminístrate y siempre ten claro tu objetivo, si es un deseo muy profundo, tarde o temprano lo puedes lograr.