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Seguramente al preguntar a alguien qué es lo que más desea, la respuesta es: “Ser feliz”. ¿Pero qué significa esto? La respuesta reside en nuestro sistema de valores. En la actualidad se nos dice que la felicidad radica en el éxito financiero, la imagen y el status social. Pero todo esto proviene de afuera y, por lo tanto, nos da una sensación momentánea, pero no la felicidad plena de todos los días.
El documental “Happy”, dirigido por Roko Belic, presenta la cara científica de la felicidad. Quienes participan en este trabajo, han demostrado que sí es posible medir los niveles de felicidad de los seres humanos con base en estudios realizados en distintas partes del mundo y me gustaría compartir lo que más me llamó la atención:
Manifiestan que el 50% de los niveles de felicidad provienen de nuestra carga genética. Y solamente el 10%, de nuestras circunstancias: salud, trabajo y dinero. La gran noticia es que el 40% restante proviene de la actividad intencional diaria. Está en nuestras manos lograr que esa sensación de plenitud se alargue en nuestras vidas. Tres aspectos que influyen directamente en esto son: el crecimiento personal, relaciones cercanas y el sentimiento de comunidad, hacer algo para vivir en un mundo mejor. Por eso en la sociedad actual, en la que literalmente nos “forzamos” a obtener mayor riqueza, poder y status, por lo general nos sentimos insatisfechos, porque una vez que los obtenemos, queremos más y más y somos como un barril sin fondo.
Actividades como jugar, buscar nuevas experiencias, convivir con amigos y familia, apreciar lo que sí tenemos, ser compasivos con los demás, son la clave de una felicidad duradera y depende de nosotros ejercitarlos día con día.
Todo esto me ha hecho reflexionar en la calidad de vida que estamos viviendo. ¿Qué estamos haciendo con nuestro mejor regalo? Empecemos hoy, compartamos nuestra luz con los demás, eso dará un sentido a nuestra vida. Una sola llama es capaz de iluminar un cuarto obscuro. Y como lo planteo en mi proyecto de “En mi mejor versión”: entre más felices seamos, más contribuiremos a que otras personas lo sean. Una persona feliz inspira a otros a serlo. ¿Qué estás esperando?