The Bright Side| 12/10/2017 |08:29 |The Bright Side | Actualizada
12/10/2017 08:29

Formamos parte de distintos grupos o sistemas y en cada uno hay ciertos parámetros que nos dicen qué se puede y qué no y la medida en la que se hacen las cosas dentro del mismo.
Nuestro primer sistema es el familiar, después viene el escolar, el de los amigos, el del trabajo, el de nuestro país, el del club, entre muchos otros. Para pertenecer es importante que sigamos estas reglas. Sin embargo, muchas veces, o en la mayoría, nos damos cuenta que se contraponen.

Por ejemplo: en tu casa se comía diario entrada, sopa, carne, acompañamiento y postre y llegas a casa de un amigo en el que hay ensalada y pasta. Llegabas a tu casa y le decías a tu mamá que te dieron “poquitito” de comer y cuando tu amigo llegaba de tu casa, ya no quería comer en tres días porque había comido “muchísimo”.

O en la adolescencia,  que te quedabas a dormir en la casa en donde no les decían que se fueran a dormir temprano y podían desvelarse hasta que quisieran.

¿Quién está bien y quién está mal? Por supuesto que ninguno, depende del lugar en el que se esté…

Conforme crecemos y maduramos vamos reconociendo lo que funciona mejor para nosotros mismos, a identificar cuál es el equilibrio en el que nos sentimos bien. Probablemente tuvimos experiencias que nos parecieron divertidas al principio, porque sentíamos que hacíamos travesuras y otras en las que nos sentimos limitados por no poder ser o hacer las cosas de la manera en la que estábamos acostumbrados.

Sin embargo, una vez que reconoces la medida exacta para ti, puedes moverte en un rango hacia un lado o hacia otro, sin que te sientas afectado o que pierdas tu propia identidad.

Aquí el chiste es ir haciendo este trabajo de reconocimiento. Y no porque consideres que algo es “bueno” lo lleves al límite de la exageración. Y más en esta época en la que somos invitados a llevar todo hasta el exceso: la alimentación, el ejercicio, la moda, la meditación, tomar agua…

Lo que propongo  es que logres una estabilización en los aspectos físico, mental, emocional, espiritual y energético para que vivas balanceado. Si exageras y te enfocas en algunos y dejas otros, tu “mesa” quedará descalza.