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El chiste es reconocer lo que está sucediendo a tu alrededor, estamos llenos de señales, pero las pasamos por alto
Siempre me han sucedido cosas que en un contexto “normal” parecerían mágicas: pensar en dos personas que no tenían nada que ver entre sí y de pronto encontrármelas en el centro comercial; imaginarme dos adornos para poner en mi sala y justo bajando las escaleras de una tienda encontrarlos tal y como los había visto, pedir un trabajo con ciertas características, que hasta mis amigas se reían de mí, y encontrarlo en 15 días. Lo cierto es que ya son tantas las cosas que me suceden todos los días quea veces y anime percato de ello. Con el tiempo me he dado cuenta de queso y maga.Y sobretodo he reconocido a qué se debe y cómo funciona esto, por lo que hoy sé que todos tenemos esa capacidad, solamente que no la hemos reconocido. A nuestro alrededor están todas las posibilidades que deseamos listas para ser elegidas por nosotros. Somos como antenas y tenemos una capacidad enorme de percibirlas, lo que sucede es que nos han dicho que solamente lo que podemos dar como cierto es loque nos dicen nuestros sentidos. Es por esto que cuando nos sucede algo “mágico” lo descartamos y se lo adjudicamos a la suerte o a la casualidad. Si te soy honesta, no podría creer que tantas cosas que veo diariamente pudieran ser efecto de algo fortuito.
Hoy sé que la magia es una capacidad que tenemos todos siempre y cuando estemos conscientes de que podemos lograrla.Hace poco estaba en la playa con mi hermano y me dijo: “ya vente porque va a empezar a llover”. En ese momento mi cuerpo quería quedarse un poco más disfrutando y me quedé un ratito más hasta que empezó a caer un aguacero. Tomé mi toalla, mi bolsa y mi sombrero y me fui caminando con la vista en la arena para no mojarme la cara. De pronto me encontré un billete de 20 dólares en la arena. ¿Magia? Más bien creo que de alguna manera percibí esto y precisamente por eso me quedé un rato más.El chiste es reconocerlo que está sucediendo a tu alrededor, estamos llenos de señales, pero las pasamos por alto. Cuando estamos presentes en lo que está pasando es más fácil que reconozcamos estos mensajes. Te invito a que recuerdes momentos en los que te han sucedido cosas mágicas, te aseguro que vas a encontrarlas y que recuerdes qué estaba pasando en ese momento. Y podrías empezar a escribir una especie de diario en el que vayas anotando detalles que suceden durante el día para que te des cuenta que la magia la haces tú.