The Bright Side| 21/01/2019 |15:32 |The Bright Side | Actualizada
21/01/2019 15:32

El dinero es una energía y la manera de relacionarnos con él depende de nuestras creencias, puntos de vista, juicios y aprendizajes. Existen herramientas que nos ayudan a generar más, a atraerlo e incluso a entender cómo gastarlo, invertirlo o ahorrarlo. Hay una diferencia entre hacer dinero, usar el dinero y tener dinero. Hoy voy a abordar la tercera opción. A veces tenemos una capacidad enorme para generarlo e incluso somos buenísimos para administrarlo, pero pocas veces consideramos tenerlo y mantenerlo y nos quejamos de la rapidez con la que se va de nuestras manos. He estudiado a muchos autores que hablan del dinero y hoy me gustaría plantear la propuesta de Gary Douglas, autor del libro “El dinero no es el problema, eres tú”. Él nos habla acerca de tener dinero, simplemente por tenerlo. No es un ahorro, ya que éste eventualmente podría ser gastado en algo que puede ser una casa, un coche, un viaje o para cubrir cualquier eventualidad. Si esto lo pensamos de manera lógica y racional, no tendría ningún sentido.Te invito a que por un momento, mientras lees este texto, dejes a un lado tu mente racional y que simplemente accedas a la energía de esto.


Cuando te enfocas en recibir dinero para distintas cosas: desde comprar alimentos, pagar cuentas, viajar, los hijos, ayudar —más allá de juzgar si eso es importante o no— estás situad@ en el afuera, en otros. Y si tomas conciencia de que tú eres la fuente creativa del dinero y no lo es tu trabajo o tus clientes, o quienes te lo regalan o heredan, es cuando empiezas a darte reconocimiento. Haz estas dos preguntas y percibe con cuál te sientes más feliz, libre, expandid@. ¿Cómo es tu vida cuando todo lo que generas es para alguien o algo más? ¿Cómo sería tu vida si el motor para generar el dinero fueras tú mism@? Y por

favor no te confundas, no estoy hablando de que te vuelvas una persona egoísta, que solamente piensa en ti y jamás en los demás... No, no va por ahí la cosa, esta es la trampa que muchas veces nos ponemos para no considerarnos. Douglas propone que cada vez que recibas dinero, además de agradecerlo, separes un porcentaje, un diez por ciento, para ti y ya después lo distribuyas como tú desees. Y que esto que guardes sea con la intención de que el dinero se quede contigo, de reconocerte y agradecerte no usarlo para “vacas flacas”. Esto no es un ahorro, eso es aparte. Cierra los ojos y no lo razones, no pienses si es absurdo o no, simplemente por un momento reconoce lo que te llega. ¿Cuánto podrías estar engrasando tu motor interno para partir de ahí usar el dinero como una herramienta de cambio en tu vida y en el mundo? Por mucho tiempo has estado apostando por algo externo. ¿Y si hoy empezarás a apostar por ti?

Hablemos sobre hacer, usar y tener dinero
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