The Bright Side| 09/09/2019 |16:05 |The Bright Side | Actualizada
09/09/2019 16:05

Por lo general cuando deseamos mucho algo, ponemos toda nuestra atención en eso: ya sea una persona, un negocio, una relación, un trabajo… Esto lo que hace es que quitemos “oxígeno” y sofoquemos cualquier posibilidad. ¿Te has dado cuenta de esto? Amamos tener el control de las cosas porque nos han dicho que teniéndolo es como las cosas suceden y no hay mentira más grande que esto. El control es algo que limita en vez de expandir.

Si de verdad nos damos cuenta de que el Universo es infinito y que existen millones de opciones distintas a las que conocemos o nos dijeron y si realmente estamos dispuestos a reconocer esto, dejaremos de usar el control en nuestras vidas. Una relación, un negocio, un trabajo son entidades distintas a nosotros y tienen una consciencia propia, aunque no lo creas. Tal vez en un inicio surgió de ti, tú l@ creaste. Y en ese momento ya puede seguir un camino incluso distinto a lo que tú habías pensado.

¿Estarían dispuestos a perderlo todo?
¿Estarían dispuestos a perderlo todo?

Eso es lo que no se toma en cuenta. Por ejemplo: una persona crea un negocio y “decide” que va hacia un lado en específico, en el proceso puede ser que el mismo negocio “quiera”, por así decirlo, expandirse hacia otro lado y en vez de seguir esa energía, el fundador insiste en llevarlo por un camino específico y es como si en algún lugar “matara” ese proyecto. Los negocios más fructíferos, son aquellos que son “escuchados” y que van buscando más y más posibilidades cada vez. Por otro lado ¿has escuchado alguna vez que en una relación hay 3: tú, el otro y la relación? Es lo mismo que lo que hablé con el tema de los negocios. La relación también tiene una consciencia propia y puede crear mucho para los involucrados si pones atención y sigues la energía que te está indicando. Muchas veces la relación pide cierta distancia, por ejemplo, de manera que cada uno tenga un espacio para crear más en sus propias vidas. Y no se lo permiten por juicios y puntos de vista de lo que crees o te han dicho que tiene que ser. Resultado: “matas la relación”.

Una herramienta que me fascina es la de estar dispuest@ a perderlo todo y todo es TODO. Cuando estás en esa disposición, precisamente le metes aire, por así decirlo a lo que sea que desees y es cuando se abren todas las infinitas posibilidades. ¿Y qué hacemos? Por lo general todo lo contrario.
Hace poco viví una situación que no era precisamente la energía de lo que yo quiero para mi vida. Hice preguntas y finalmente elegí dejar que fuera la misma circunstancia la que me llevara a posibilidades. Estuve dispuesta incluso a dejarla ir. Y fue precisamente en ese momento, cuando todo empezó a fluir y acabé recibiendo más en oportunidades de lo que se me hubiera ocurrido.

TEMAS RELACIONADOS