The Bright Side| 01/11/2019 |17:23 |The Bright Side | Actualizada
01/11/2019 17:23

Desde niña me ha gustado hacer negocios: desde vender dulces y pasteles afuera de mi casa, hasta poner una tiendita con los collares de mi abuela ¡y vendérselos a ella! Siempre estoy haciendo algo que me divierta y que además me genera ingresos. Para mi estaba ligada una cosa con otra.
Cada elección que he hecho, desde qué carrera estudiar, en dónde trabajar, cuándo moverme de un trabajo, han sido impulsadas por el gozo, incluso hubo veces en las que no tenía exactamente una opción “segura”, pero yo sabía que habría algo más para mi.

Y aunque fui juzgada en distintas ocasiones, seguí lo que era ligero para mi, creyendo que si lo hacía, era una persona rara y muy aventada. Hace un año descubrí que hay muchas personas que hacemos esto, sólo por diversión y lo que más me gustó, es que existían una serie de herramientas que
no sólo se basaban en esto, sino que potenciaban lo que yo reconocía que era posible.

Es así, como elegí estudiarlas y hoy soy facilitadora de “El Gozo de los Negocios”. Solamente decirlo me da una especie de mariposas en el estómago. El darme cuenta de que no solamente no estaba mal, sino que habemos más personas en el mundo invitando a disfrutar esto, me llena de alegría.
Normalmente los negocios son tomados como algo muy serio, muy rígido y que no se puede cambiar. Existen muchas fórmulas de cómo hay que desarrollarlos, casos de éxito y demás, que lo único que hacen es limitar las posibilidades de ir más allá y de innovar.

La competencia, por ejemplo, parece un enemigo al que hay que acabar a toda costa. Cuando en realidad si nos movemos desde la unicidad, cada producto, cada servicio, cada persona son una contribución para todos. Además todos tenemos un negocio, que es nuestra vida. Si dejamos de hacer esa
separación entre nuestras actividades laborales y nuestra vida personal, podemos encontrar que somos una onda que se mueve mucho más fácilmente. Mi invitación es a que reconozcas ¿qué has definido como negocios que no lo son? ¿Qué sabes tú de hacer negocios que no has reconocido? ¿Cuánto más te puedes divertir?


¿Cómo sería el mundo si recibiéramos la contribución de otros negocios en vez de
verlos como una amenaza?