The Bright Side| 27/08/2019 |11:13 |The Bright Side | Actualizada
27/08/2019 11:13

Somos seres infinitos y como tales tenemos una capacidad de percibir, saber y recibir. Nuestra potencia va más allá de todo lo que nos han dicho que somos o incluso de todas las limitaciones que tenemos de nosotros mismos. Con frecuencia nos detenemos porque “tenemos” miedo o duda, sin embargo,
ninguna de las dos es real. ¿De verdad crees que un ser infinito las tendría?

Muchas veces tomamos esto de los demás y lo que sucede es que no son nuestras, sino que las percibimos de las proyecciones de otras personas. ¿Te ha pasado que tienes una gran idea en tu trabajo, por ejemplo, y que la platicas con tus colegas en una junta y sales tod@ apachurrad@? ¿Qué tal que lo que sucede es que percibes lo que ell@s están proyectando en ti? ¿Qué tal que nada de eso tiene que ver contigo? Cuando algo es verdad para ti, tu cuerpo se siente ligero y expandido, cuando algo es mentira, sucede lo contrario, te contraes y sientes pesadez.

¿Cuál es tu potencia?
¿Cuál es tu potencia?

Entonces ¿cómo fue que de pronto algo que era maravilloso se convierte en algo lleno de obstáculos? Y nos pasa desde niños, cuando somos pequeños no existen las limitaciones, todo es posible. Pero nos van enseñando que no vamos a poder, incluso, hasta nos pueden decir que estamos locos o que estamos inventando y poco a poco nos vemos envueltos en este mundo de limitación. Y quien nos lo dijo, a su vez es porque también lo recibió de alguien más… El ser consciente te permite observar lo que sucede a tu alrededor y elegir lo que es verdadero para ti, sin importar lo que alguien más piense o concluya. Si es verdadero para ti y sabes que es posible, ¿para qué comprar esos miedos y dudas que ni siquiera son tuyos?

Tu potencia va más allá de lo que incluso tú mism@ pudieras haber imaginado y solamente está en ti reconocerla y salir adelante. ¿Qué tal que toda esa pesadez que estás sintiendo en tu cuerpo no fuera real? ¿Qué tal si la devolvieras a quien le pertenece? Y esto se hace de una manera muy sencilla: simplemente dices: “todo esto que no es mío, lo devuelvo a su remitente con consciencia adherida”. Esto es que lo regresas en forma de energía neutral, ni buena ni mala.

¿Cuánto tiempo llevas haciéndote chiquit@ para que puedas encajar en el mundo de los demás? ¿Cuánto podrías contribuir a la humanidad y al mundo si invitaras a los demás a ser esa potencia? ¿Habría competencia? No, porque solamente con miedo y duda existe la competencia. Si cada uno de nosotros reconociéramos lo que somos, no habría motivo para tratar de aplastar a los demás, simplemente sería algo natural. Estarías dispuest@ a reconocer toda esa potencia que eres?

“Movimiento es el paso de la potencia al acto.” Aristóteles

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