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Existe la creencia de que la calidad de vida va ligada al tema económico y esto no necesariamente es así. Por supuesto que es muy importante tener nuestras necesidades básicas cubiertas porque si estamos en un nivel de supervivencia, sería difícil poder pensar en algo diferente a satisfacerlas. Fuera de ahí, el tipo de vida que queremos tener depende de nuestros pensamientos. Los negativos nos llevarán a crear una bola de nieve y efectivamente se harán realidad. En cambio, si logramos enfocarnos en lo que sí hay y lo que podemos hacer en este momento, nuestra perspectiva será distinta.
Los medios de comunicación nos presionan constantemente a crear fantasías: el cuerpo perfecto, la pareja, la casa, el perro, el coche, el éxito financiero… Estamos bombardeados por mensajes que nos dicen que, si nos faltan estas cosas, no estamos completos.
Entonces nos medio matamos para tratar de encajar en ese mundo ideal. Siempre estamos buscando afuera los medios por los que creemos que vamos a tener esta calidad de vida y es una mentira, un error, verlo así.
¿Cuántas personas conoces que sonríen y llevan una vida feliz con todo y que no son ricos?
Hace poco platicaba con una amiga que está pasando por un momento difícil: se está divorciando, sus padres están muy enfermos y está iniciando un nuevo proyecto laboral y económicamente vive al día. Me decía que en una situación así, tal vez se esperaba que estuviera en una depresión y llorando por las calles. Sin embargo, ha aprendido a disfrutar muchas cosas que antes daba por hecho y a pesar de todo, estaba contenta y se sentía en paz: se daba cuenta que ahora tenía más tiempo para estar con su mamá en sus últimos momentos de vida, había podido platicar con ella y dedicarle tiempo que antes no tenía, lo mismo con su hijo. Apreciaba mucho más cada peso que recibía y lo administraba de una manera más responsable, había aprendido a estar en contacto con la naturaleza y estaba sorprendida de sentirse bien. Tanto que me dijo: '¿estoy mal?'
Le dije que la admiraba por haber aprendido a darle la vuelta a sus circunstancias y que sería un ejemplo para compartir en este espacio.
Te invito a que practiques actividades que te hagan feliz por momentos: si estás en el tráfico pon tu música favorita, abraza a tus seres queridos, sal a dar un paseo, lee, haz ejercicio en el parque, busca motivos para reírte, juega con tus hijos, con tus mascotas, canta, baila. Estos detalles que harán que tu vida no solamente sea llevadera, sino extraordinaria.