The Bright Side| 20/07/2017 |10:03 |The Bright Side | Actualizada
27/07/2017 11:14

Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven a él”, Paulo Coehlo

En 2005 viví una experiencia muy fuerte: me sometí a una cirugía craneofacial que fue un desastre. Hace dos meses me operaron por tercera vez ya que seguía con estragos. El problema fue que algunas personas me decían que mis dientes salidos eran un horror. Yo era feliz así, y con todo y todo decidí hacerme la operación ¡por complacerlos! Cuando vi todo lo que había salido mal, me deprimí mucho. Y lo peor era que aunque el cambio no fue drástico ¡yo no me reconocía! Tardé un año en poder aceptar que esta persona era yo.

Ahí me pregunté cuál era el sentido de mi vida y empecé la búsqueda. Comencé como consultante de terapias alternativas y fue tal la transformación que decidí estudiarlos. Cuando algo te funciona, ¡quieres comunicarlo! Llevo 11 años preparándome y haciendo trabajo personal, ya que por experiencia sé la maravilla de ser conscientes de nuestros actos y de responsabilizarnos, porque es la única manera de tomar las riendas, en vez de ser unas plumitas que con cualquier soplido vuelan a cualquier lado.

Las señales me indicaban que no era todavía el momento para hacerlo público y por algunos años más continué con mi carrera en ventas. Uno de los días más emocionantes fue cuando por fin encontré cuál era mi misión y me di cuenta que llevaba haciéndola desde niña y que mis actividades o roles no me determinaban, ya que la misión es mucho mayor que ellos.

Finalmente en 2014 intuí que ya estaba lista y fundé “En mi mejor versión”. Todo se acomodó. Parecería que soy muy “suertuda” por lo que he logrado en estos tres años, sin embargo, esto es el resultado de una vida entera. Es un proyecto de amor, de un genuino deseo de compartir. Y han sido muchos los retos: dejar mi zona de confort en una exitosa carrera para empezar algo nuevo. Darme a conocer, y sobre todo negociar con el miedo, porque sabía que del otro lado me esperaba algo mejor. Y que al final de mi vida podría sentirme orgullosa de poner mi granito de arena.

Hoy me siento muy honrada, porque la semana pasada recibí el “Premio Nacional de Excelencia Profesional” en la categoría de Desarrollo Humano, que otorgan El Salón de la Fama México, la Organización Mundial de Líderes, El Claustro Mundial Universitario y la Cámara Nacional de la Mujer. Este reconocimiento lo comparto contigo, con mi familia, amigos, colegas, maestros, estudiantes y todas las personas que han confiado en mi y en mi trabajo y me llena de emoción darme cuenta de lo que hemos logrado.

Ojalá que pueda inspirarte a ti para que decidas seguir tus sueños. ¡Muchas gracias!