El chef Eduardo Palazuelos relata que desde poco antes que empezara la destrucción provocada por el huracán Otis en Guerrero, la organización de World Central Kitchen, fundación que se dedica a proveer de comidas calientes a víctimas de desastres y conflicto, lo buscó para pedirle su colaboración. En WCK ya vislumbraban que su ayuda sería necesaria en Acapulco y sus alrededores.