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Estos millonarios no sabían qué hacer con tanto dinero y decidieron gastarlo en excentricidades.
La heredera hotelera Paris Hilton es la dueña del único auto rosa tipo Barbie en Los Ángeles, su valor es de 230 mil euros sin contar los aditamentos que pidió como cristales en las placas.
El multimillonario estadounidense Dennis Anthony Tito se convirtió en el primer turista en viajar al espacio en 2001 y pagó por ello 20 millones de dólares.
El productor de televisión Aaron Spelling compró una mansión con valor de 110 millones de euros con 123 habitaciones, como eran demasiadas una era un museo de muñecas y tenía un cuarto para envolver regalos.
El jeque Hamad Bin Hamdan mandó construir su nombre en el suelo para poderlo ver desde las alturas.
Fazza, heredero del monarca de Dubai y primer ministro de los Emiratos Árabes Unidos, exhibe sus gustitos en Instagram. Colecciona autos y animales exóticos.
Richard Branson, dueño de Virgin Group, ha gastado millones en vehículos acuáticos, la mayoría los ha mandado a hacer con sus gustos y exigencias; también ha comprado islas y aviones.
Jocelyn Wildenstein gastó los millones de su ex esposo Alec Wildenstein para cambiarse las facciones como las de un felino, el resultado es desastrozo.
Wang Sicong, el hijo del magnate chino Wang Jianlin, le regaló a su perro Keke dos Apple Watch de oro (con un costo de 20 mil dólares cada uno). Publicó la imagen del regalo en el perfil del perro de la red social Weibo (parecido a Twitter), con la leyenda “Debería tener cuatro relojes, ya que tengo cuatro patas, pero sería demasiado”.